Hace un tiempo Ted Leonsis, propietario principal de los Washington Wizards, anunció su plan para la construcción de un nuevo pabellón para el equipo. La idea era solicitar la financiación del estadio en el distrito de Alexandria, perteneciente al estado de Virginia y no al de Washington DC. Después de un largo proceso, el gobierno estatal ha decretado que no destinará financiación o ayuda alguna para las instalaciones. El Washington Post y otras fuentes apuntan que esto significa el fin del proyecto que la propiedad de los Wizards tenía en mente.
El nuevo pabellón estaba destinado para acoger los partidos de los Wizards y los Capitals, el equipo de NHL que también pertenece a Leonsis. En los presupuestos, se hablaba de unos costes cercanos a los 2.000 millones de dólares. Monumental Sports & Entertainment, la compañía del dueño de la franquicia, había solicitado alrededor de 1.350 millones de ayuda al estado, lo que hubiese supuesto el subsidio más abultado de la historia del deporte.
La votación, celebrada el pasado martes en las cortes del estado, falló en contra del proyecto por 81-18. Como curiosidad, la senadora de finanzas y apropiaciones del estado de Virginia, Louise Lucas, publicó un post en tono satírico sobre la negativa.
Tras la votación, el Senado presentó una versión de sus propios presupuestos, en los que no se mencionaba el estadio. Al gobierno, obviamente, le interesa la posibilidad de atraer a una franquicia NBA. Pero el precio era demasiado elevado. Sobre todo teniendo en cuenta ciertos estudios recientes que apuntan a que gozar de un equipo NBA no termina de salir a cuenta para los gobiernos estatales. Menos aún si se ven empujados a cubrir la totalidad o, en este caso, una gran parte del desorbitado monto.
Recientemente, los Charlotte Hornets sí han recibido luz verde para la remodelación de su estadio. Pero, por ejemplo, Joe Lacob y Steve Ballmer han tenido que encontrar financiación al completo privada para levantar el Chase Center y el Intuit Dome. Similar razón por la que los Seattle Supersonics se marcharon a Oklahoma dejando a la ciudad huérfana.
(Fotografía de portada de Jemal Countess/Getty Images for William Hill U.S.)