Los Wolves se defienden con el rabo entre las piernas

Los Minnesota Timberwolves han empezado la temporada con un récord de 3 a 7. Aunque es muy temprano para hacer sonar las alarmas, especialmente con un entrenador recién llegado, sí es cierto que hay algunas cosas que van quedando claras. El ataque parece imparable, con una batería de recursos basada en su joven talento; pero hay algo que necesita una clara mejoría: la defensa.

Tom Thibodeau ha reconocido que las posibilidades que el equipo brinda al ataque, superan sus expectativas. Los lobos corren cuartos en la lista de eficiencia ofensiva en la NBA, además de contar con el mejor registro desde el perímetro con un 42 por ciento. «¿El problema?», dijo Thibs, «es nuestra defensa, sobre todo el compromiso y la consistencia que tengamos con ella» comentó a Jace Frederick del St Paul Pioneer Press.

Un impropio talón de Aquiles

Karl-Anthony Towns clava el triple y empata el partido 95 a 95 contra los Hornets. Con algo más de cinco minutos por jugar, el Target Center se pone en pie y el partido cobra vida. Charlotte anotó cinco de sus últimas seis posesiones, lanzando un más que correcto 12 que 16 en el último cuarto, y el luminoso terminó por reflejar un claro 115 a 108.

Ahí es donde reside la precariedad de la manada; la dificultad para detener al contrario en los últimos cinco minutos es real. Quizás es por ello que Minnesota lleve un apabullante 0 a 5 en los encuentros en los que la diferencia es menor a cinco puntos y restan menos de cinco minutos por jugar. «Es difícil conseguir victorias cuando no consigues parar al rival, especialmente cuando lo meten todo», comentó Andrew Wiggins, añadiendo que «los malentendidos al final de los partidos, lo hacen más difícil».

De los 30 equipos de la NBA, los Timberwolves están empatados en el puesto número 28 en eficiencia defensiva. Los contrarios lanzan un 48,1 por ciento sobre el parqué; ahí si que son los peores en la liga. Entre estos datos se encuentra la victoria sobre Memphis por 116 a 80, en la que el quinteto de los Grizzlies descansó casi al completo. Las dos estadísticas conllevan peores resultados que los del año pasado.

Lo curioso es que alguien como Tom Thibodeau cargue con este dilema. Todos los conjuntos en los que ha estado el entrenador —desde Houston hasta Chicago— han estado en el top 5 de franquicias defensivas. Durante el verano, el 60 por ciento de los general managers votaron a Thibodeau como el coach con los mejores esquemas defensivos. La defensa es la marca de identidad del técnico, y por el bien de los Wolves, también debería convertirse en asignatura obligatoria.


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