El encuentro entre Raptors y Cavaliers dejó una de las acciones más controvertidas de la pasada madrugada. En una de las últimas posesiones, Kyle Lowry evitó por muy poco que un balón se marchara fuera, y en su lucha por lograrlo se vio obligado a saltar y caer sobre uno de los asistentes sentados en la primera fila del pabellón. Esto, que es una imagen bastante habitual, no habría ido a mayores de por sí, pero lo que desató la polémica fue el hecho de que el aficionado propinase un notable empujón al base mientras este se reincorporaba al partido.
Aunque Lowry dirigió una mirada nada amistosa al implicado, la cosa no fue a mayores y la jugada finalizó con un triple de Ibaka que fue decisivo en la posterior victoria canadiense por 109-115. No obstante, una vez terminó el choque, sí quiso criticar este tipo de comportamientos que, según comenta, se vienen produciendo con cierta regularidad.
«Estás luchando por un balón dividido y un aficionado decide darte un empujón. Es increíble» afirmó. «Los auténticos aficionados de la NBA no deberían estar representados por gente como esta. Ya es la segunda vez que me ocurre, y no sé si podré controlarme si vuelve a pasar. Esta vez no tuve opción a reaccionar porque estábamos en mitad de una jugada, pero puede volver a ocurrir. Gente así no debería entrar en nuestros pabellones».
La anterior ocasión a la que se refiere Lowry sucedió en el tercer partido de las Finales de 2019, cuando Mark Stevens, accionista minoritario de los Warriors, le empujó e insultó tras una acción similar. En aquella ocasión, Stevens fue sancionado con una multa de 500.000 dólares y se le vetó la entrada a cualquier partido o a cualquier acto de la franquicia durante un año.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)