Esta vez no se cumplió aquella frase que dice ‘a entrenador nuevo, victoria segura’. Earl Watson, que debutaba al frente de los Suns, cayó ante los Raptors por 104-97.
Los de Arizona, que mejoraron su rendimiento respecto a las últimas jornadas, no pudieron frenar a la dupla formada por Kyle Lowry y DeMar DeRozan. Ambos sumaron 48 puntos con un 16/31 en tiros de campo.
«Sabíamos que iban a salir a jugar muy duro y tratar de hacer lo suyo», dijo Lowry a The Associated Press. «Hemos logrado detener la tormenta, encontramos la manera de ganar el partido», agregó.
El reserva Terrence Ross aportó 16 tantos, y el pívot Jonas Valanciunas tuvo 14 puntos en apenas 19 minutos de juego.
En los Suns, Markieff Morris despertó de su letargo con 30 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones en 41 minutos de juego. El gemelo tuvo la continuidad que no le brindó Hornacek para demostrar que es el cuatro titular que necesita Phoenix.
Junto a él, Archie Goodwin destacó con 18 puntos y 12 asistencias, y el novato Devin Booker continúa ‘on fire‘ con 27 tantos y un 6/14 desde la larga distancia.
«La energía estaba ahí. Nuestro equipo no es realmente físico, es más mental y la fortaleza mental es frágil», señaló Watson.
Vuelve el mejor Morris
Muchos se preguntarán: ¿Le estaba haciendo la cama a Hornacek? Viendo su rendimiento de la pasada noche no hay lugar a dudas. Su descontento era evidente, e incluso llegó a perder los papeles en alguna ocasión como ocurriera con el famoso ‘toallazo’.
El gemelo brilló ante los Raptors aportando en todas las facetas del juego, y Watson, su nuevo entrenador, ha dejado claro que será una parte importante de su esquema.
«Tenía la sensación de que si le daba un estímulo positivo y le hacía saber que no importaba lo que había pasado, lo aceptaríamos sin importar lo que hubiera ocurrido fuera del baloncesto», explicó Watson. «Y darle la oportunidad de jugar y hacerle saber que va a jugar, que va a tener minutos», reconoció.
Pese a que parece evidente que Markieff no estaba demasiado contento con Hornacek, el ala-pívot quiso elogiar el trabajo de su ex-técnico durante todo estos años.
«Jeff fue mi hombre», admitió Morris. «Él y yo estuvimos tres temporadas juntos y era un gran entrenador. Realmente me gustaba un montón. Es simplemente cómo funciona la liga a veces. Le vamos a echar de menos, pero el entrenador me dijo antes del partido que iba a conseguir mis tiros y estuve acertado», explicó.