Es raro ver que un jugador admita con tal trasparencia estar sufriendo problemas durante una serie de playoffs. Pero así se ha sentado a charlar hoy Luka Doncic con la prensa que cubre a los Mavericks. El esloveno está viviendo la que probablemente sea su peor eliminatoria de carrera por rendimiento individual. Sus problemas de rodilla se atisban simplemente viéndole jugar. Hoy él mismo lo corrobora. «No está muy bien, pero es lo que hay», contaba antes de admitir que, si lo que hubiese por delante fuese un partido de liga regular «probablemente no jugaría».
Por si fuese poco, Doncic también ha contado que lleva días enfermo arrastrando síntomas de catarro. «Estoy congestionado, me cuesta respirar y tengo tos», revela. La estrella de Dallas está volviendo a dejar grandes números con 29 puntos, 8,5 asistencias y 9,8 rebotes. Aunque es la primera vez que empeora sus guarismos de temporada regular desde que está en la NBA. Sin embargo, donde se reflejan estas dolencias es en los porcentajes, que han caído estrepitosamente hasta el 38% en tiros de campo y 26% en triples.
Más allá de eso, su ritmo de juego y toma de decisiones también está sufriendo. Su defensa, un punto de mejora obvio durante todo el curso, se ha resentido enormemente en los dos últimos encuentros. En los cuales James Harden y el resto de jugadores de los Clippers le han buscado de forma continua.
(Fotografía de portada de Tim Warner/Getty Images)