Luke Kornet: héroe por un día

"Regular rotation players sometimes make big time plays". Un pívot corriente y su formidable chapa ganadora en una acción fantástica de puro instinto.

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Por Enrique Bajo

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La noticia importante continúa siendo que los San Antonio Spurs son muy capaces de sacar partidos difíciles adelante sin Victor Wembanyama. Desde que no está el francés, el balance de los tejanos es de siete victorias y dos derrotas.

Esta siendo, además, la oportunidad ideal para ver los primeros frutos del audaz traspaso que el trío de mentes pensantes (Popovich, Buford, Wright) acometió el curso pasado. El escenario ideal para confirmar que la apuesta fuerte por De’ Aaron Fox valió la pena.

Cuando falta un líder, tienen al otro.

Su salto ofensivo ha sido tremendo ante la necesidad, comandando el equipo en anotación en siete de los nueve, con promedios de 27 puntos y 6,6 asistencias, con (y eso es lo clave) una notable tasa de acierto en su hoja de tiro: 40% en triples y casi un 50% en tiros de campo.

Pero este post no era para hablar de Fox ni de sus 31 puntos ante Orlando Magic de anoche en una batalla en la arena peleada hasta su último estertor.

No, lo que veníamos a decir aquí es, que en tal contexto -con los Magic teniendo acción bien para empatar (si el tiro era de dos) bien para ganar (chof de tres)- hubo un jugador, uno que de estar Wemby disponible no hubiese estado en pista casi seguro, que se vistió de héroe inesperado. Tapón lapidario, triunfo por 114-112 y cuartos de Conferencia Oeste.

Las collejas cariñosas mejor recibidas de su vida. Luke Kornet estaba preparado para la ocasión. Una con la que debía haber soñado mil veces viendo lo innato de la pose en la celebración.

P: «¿Cuáles son las emociones en ese momento, con tu equipo rodeándote y logrando asegurar la victoria?»

R: «Es muy divertido. Siento que, obviamente, poder ganar partidos que se deciden en la última posesión es genial para la moral, y salir adelante en esas situaciones, especialmente fuera de casa, es algo fantástico, especialmente para tu equipo y tu grupo. Así que sí, fue muy divertido, fue genial poder conseguir esa victoria y seguir adelante».

IQ de primer nivel

El cuerpo es una cosa. La mente otra. Pocas veces van de la mano.

Luke Kornet no tiene el mejor cuerpo (alto, sí, pero lejos de exprimirlo con lo niveles de coordinación de Wemby, Durant, Gasol o Embiid), pero con lo veloz su mente a la hora de interpretar el juego, puede corregir parte del hándicap.

Descripción de los hechos por boca del protagonista en rueda de prensa postpartido.

“Básicamente, lo que intentábamos era impedir que metieran un triple, y luego intentar que cualquier recepción fuera complicada, aunque fuera de dos puntos. Yo estaba en el lado débil y vi que el pase iba hacia Wagner, así que simplemente intenté llevar a cabo mi jugada. Por suerte, él tuvo que girar sobre sí mismo para sacar el tiro, y eso me dio tiempo para llegar y poner el tapón».


Previamente, su entrenador, Mitch Johnson, había dicho esto sobre su acción ganadora: “Los instintos de Kornet fueron mejores que cualquier cosa que le dijéramos en el tiempo muerto como cuerpo técnico”.

Y fruto de ello, la siguiente pregunta de un periodista a Luke: «¿Cuánto confías en tus instintos cuando el partido está en juego?»

Kornet: «Bueno, hoy (antes del partido) precisamente hablamos de usar, ya sabes, esa parte del cerebro que controla más el lado instintivo. Así que supongo que fue esa parte del cerebro la que estaba activa en esa acción. Obviamente, mucho también es cuestión de tiempo y experiencia… empiezas a interpretar las jugadas e intentas hacer lo correcto. Nunca sabes si es exactamente lo correcto, pero simplemente sigues tus instintos naturales y te comprometes con ello».

(Fotografía de portada de Nathan Ray Seebeck-Imagn Images)

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