Uno de los trotamundos más queridos de la NBA durante las últimas décadas ha fallecido. Los 76ers, el equipo del que fue asistente durante las dos últimas temporadas, han confirmado el fallecimiento de Sean Rooks a los 46 años.
El ex-pívot, salido de la universidad de Arizona, jugó durante 12 temporadas en la NBA entre 1992 y 2004, siendo generalmente considerado como un sólido jugador de rotación y querido por su actitud en el vestuario. Rooks pasó por Dallas (en dos etapas), Minnesota, Atlanta, L.A. Lakers, L.A. Clippers, New Orleans y Orlando, cerrando en 2005 su carrera profesional con breves pasos por el Unicaja y en el Joventut de la liga española.
We are deeply saddened by the loss of Sean Rooks. Our thoughts are with the entire Rooks family.
— Philadelphia 76ers (@sixers) June 8, 2016
Poco después de su retirada, Rooks empezaba una lenta pero cada vez más prometedora carrera de entrenador, arrancando como asistente en la D-League en los Bakersfield Jam, pasando posteriormente por los New Mexico Thunderbirds y los Sioux Falls Skyforce. Su primera oportundidad de sentarse en un banquillo NBA llegó en 2014, siendo nombrado entrenador asistente de desarrollo de los 76ers a las órdenes de Brett Brown.
Su fallecimiento, de un ataque al corazón, llega en un momento clave de su carrera como entrenador. Según Yahoo! Sports, Rooks tenía una oferta para ser el primer entrenador jefe de los Greensboro Swarm, el afiliado de los Hornets que se estrenará el próximo año, y se había entrevistado con Phil Jackson y Jeff Hornacek para discutir la posibilidad de ser asistente en los Knicks. Un paso adelante en ambas opciones truncado por la tragedia.