Uno de los matadores más aclamados en el pasado reciente del highschool y el college se ha alzado con la gloria en este All-Star 2023. Mac McClung, jugador de los Philadelphia 76ers pero cuya carrera ahora mismo discurre en la G League, es el nuevo campeón del concurso de mates. El menudo escolta ha robado una noche precedida por ciertas críticas a la NBA por el flojo cartel que presentaba para la cita.
Desde el inicio McClung se lo tomó como su momento para brillar en el panteón de la mejor liga del mundo, ejecutando su primer mate saltando a dos personas (una a los hombros de otra) con una finalización semiladeada después de tocar el tablero con el balón. Un 50 (puntuación perfecta) a las primeras de cambio. Ninguno de los tres participantes restantes logró hacer sombra al ex de Georgetown y Texas Tech, que completó una noche con tres puntuaciones perfectas.
Trey Murphy III, Jericho Sims y Kenyon Martin Jr. poco pudieron hacer para competir con la impecable actuación de McClung. Aunque el de los Pelicans se coló en la final con tres mates de gran factura, aunque ya vistos en anteriores All-Star. Sims también dejó un gran primer mate metiendo ambos brazos en las redes a lo Vince Carter. Shaedon Sharpe fue la gran ausencia después de que se negase a participar por quedar fuera del Rising Stars de la noche del viernes.
Cuesta abajo y sin frenos
Su segundo mate, quizás el menos aclamado de la noche, fue un 360º en el que lleva su 1,88 de altura a rozar el aro con la coronilla. Exhibición de muelles que le acercaba a la final sin despeinarse, y eso que aún le quedaba un mate en el tintero. Cerró la primera ronda con un increíble mate de espaldas en el que de nuevo salta a una persona y coloca el balón por debajo de su cadera con un rectificado antes de meterla para abajo.
Sin embargo, el joven Rookie del Año de la G League en 2022, se dejó su segunda obra maestra de la noche para el último intento. Ataviado con la camiseta de su instituto, Gate City en Virginia, y con su característico 0 a la espalda, McClung firmó un 540º que hizo enloquecer al Vivint Arena y dejó pocas dudas de quién era el rey de la noche de los mates. Más que por innovación, que también, el secreto del concurso de McClung está en la perfección de las formas. En cómo hace volar un cuerpo tan compacto hasta dejar ejecuciones de inusitada contundencia y vuelo en un molde como el suyo.
El de los Sixers, que no ha disputado un solo minuto en la NBA esta temporada, es el segundo jugador blanco en ganarlo tras el mítico Brent Barry en 1996. Apenas el pasado 14 de febrero firmaba un contrato two-way con Philadelphia y hoy ha recibido el trofeo de campeón de manos de Julius Erving, uno de los grandes dominadores del aire en la historia de la liga. Los jueces esta vez fueron Jamal Crawford, Lisa Leslie, Karl Malone, Harold Miner y Dominique Wilkins.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)