Fueron grandes amigos al principio de todo, de ese todo que fue el cambio brutal que experimentó la NBA a inicios de los 80 con figuras como la suya. Magic Johnson e Isiah Thomas, junto con Larry Bird, fueron algunos de los iconos que salvaron a la NBA del abismo.
Sin embargo, esa amistad se tornó en enemistad en los últimos años de la década de los 80, con la pelea entre ambos en el tercer partido de las Finales de 1988, cuando se medían los Lakers y los Pistons y definitivamente tras el triunfo de Detroit sobre los angelinos en las Finales de 1989.
Tras aquello, y cuando en 1991 Magic anunció que era portador del virus del SIDA, Thomas cuestionó la vida sexual de su antiguo amigo. La cascada de odio no se detenía en un lado y en otro. Magic fue, junto con Michael Jordan, uno de los principales activos en que Thomas se quedara fuera del Dream Team para los Juegos de Barcelona 1992. Todo había saltado por los aires. Y todo el asunto del veto está en el libro ‘When The Game Was Ours’, donde Magic y Bird relatan el proceso de excluir a Thomas de la gloria olímpica.
“Let me apologize to you. If I hurt you. That we haven’t been together.”#PlayersOnlyMonthly pic.twitter.com/nDpfDfZek8
— NBA TV (@NBATV) 20 de diciembre de 2017
El perdón de Magic
Ahora, más de un cuarto de siglo después, y tras un primer acercamiento en 2013, el hacha de guerra está enterrada definitivamente. Con NBA TV como testigo, Magic pidió perdón a Thomas, en un discurso de menos de un minuto, con la frase estrella de la redención definitiva. “Eres mi hermano, así que déjame pedirte perdón si te he hecho daño y por no haber podido estar juntos. Dios es bueno por reunirnos otra vez”.
Luego, ambos se fundieron entre lágrimas en un largo abrazo. Nada parece eterno en la vida, ni lo es una de las mayores enemistades de la historia del deporte.