Con la llegada de los playoffs son 16 los equipos que centran el interés de aficionados y medios. Conocer el nuevo campeón de la NBA está en juego y entre los que pelean por ello tenemos a las grandes estrellas de la Liga –no hace falta nombrarlas–. Sí, este es el presente; pero no por ello deja de existir una realidad paralela que involucra a una de las franquicias más laureadas de la competición: Los Angeles Lakers.
Porque en California no están preparados para ganar pero esperan estarlo pronto. Con Magic Johnson y Rob Pelinka como mentes ejecutoras, los Lakers amenazan con culminar su reconstrucción en cuestión de meses. Gracias al trabajo en los despachos se han hecho con un fantásticos núcleo joven: Lonzo Ball, Brandon Ingram, Kyle Kuzma, Julius Randle…, a la vez que manejan un margen salarial que puede situarse en los 70 millones de dólares. Esos son datos irrefutables, y esos mismos son los que hacen sonreír al general manager.
«No es imprescindible tener un Big Three»
«Esa es la belleza de este trabajo. Independientemente de lo que se acabe traduciendo en el camino… ¿Dos chicos de máximo este verano? ¿Uno este verano y otro el siguiente? ¿Repartir el espacio salarial e ir creciendo desde este núcleo joven? Nos encontramos en una gran situación», explica Pelinka en declaraciones recogidas por Sports Illustrated.
En la zona púrpura y oro del Staples Center se ha instaurado el optimismo y la ilusión. Aunque saben que queda mucho por hacer, entienden que el barco navega por el rumbo correcto y que llegarán a puerto más pronto que tarde. Claro que para alcanzar la meta no existe una sola fórmula. Por ello Magic insiste en la idea de que acumular estrellas no tiene por qué ser la acertada.
«Tuvimos que demostrar que tenemos jugadores jóvenes realmente buenos, y lo hicimos. Eso es lo que los muchachos y sus agentes quieren ver. ‘¿Si sumo mi talento al tuyo podemos ganar?’ Creo que lo demostramos. Kyrie Irving se unió a un grupo de jóvenes talentosos. No es imprescindible tener un Big Three. Tienes que tener jóvenes que puedan hacer el camino con una súper estrella o dos», avisa.
La marca ‘Laker’
Uno de los objetivos de la nueva gerencia es devolver el atractivo a Los Ángeles tras casos como el de LaMarcus Aldridge, quien en su momento prefirió marchar a San Antonio pese a conocer el firme interés de Lakers. Magic entiende que mostrar la excelencia de los de Hollywood es clave. «Tienes que saber qué es importante para ellos y cómo ayudarles a lograr sus metas tanto dentro como fuera de la cancha. También tienes que decirles lo especial que es esto y lo que significa. Ser la imagen de los Lakers, nadie compite con eso. Es algo mágico. Te aporta tantas cosas que no puedes verlas o imaginarlas. Aquí estoy, casi con 60 años, y aún soy el príncipe de la ciudad».
Por historia y carisma, la ciudad de Los Ángeles nunca ha perdido su brillo, pero con ello los jugadores solo cubrirían lo que Johnson señala como metas fuera de la cancha. Si los Lakers logran una o dos estrellas este verano, no será por la ciudad, sino porque se muestran ya como uno de los equipos con mejor futuro. Como decíamos, estamos en tiempo de playoffs, pero no se puede perder de ojo lo que pueden construir bajo la magia de Johnson.