Ilusionado pero con sentimientos encontrados. Marc Gasol es uno de esos jugadores que echa raíces con rapidez, que se involucra tanto en un lugar que dejarlo tiempo después le es muy complicado. Le pasó con el paso de Memphis a Toronto, y ahora, aunque su estadía en Canadá ha sido menor, le vuelve a ocurrir en una fantástica aventura NBA que ahora le lleva a Los Ángeles para jugar con los Lakers.
Con un contrato de dos años y 5,7 millones de dólares por delante, Marc tiene ante sí el objetivo de ayudar a los de oro y púrpura a lograr su segundo anillo consecutivo, el que también sería el segundo del pívot tras el logrado con los Raptors en 2019. Un gran cambio, una gran meta y una decisión que hasta cierto punto ha sido dolorosa.
«Fue muy duro. Los primeros días de la agencia libre fueron un poco difíciles para mí, pero una vez que debes tomar la decisión te preguntas: ¿qué quieres hacer ahora? ¿Dónde? ¿Cómo quieres afrontar tu próximo desafío? Pensé que lo correcto era unirme a los Lakers», comenta el center español durante su presentación antes de entrar a valorar en profundidad su salida de Toronto.
«Voy a extrañar Toronto. Ha sido un gran lugar en el que estar. Mi familia estaba asentada y muy cómoda, realmente disfrutaron del tiempo allí… Pero esta es la forma en la que, lamentablemente, funciona este negocio. Pensé que mi carrera en Toronto no podía mejorar y que siempre estaríamos persiguiendo el anillo. Además, no estaba seguro de poder ser el jugador que necesitaban para volver a ganar. Por tanto, pensé que lo correcto era unirme a los Lakers y contribuir a lo que estaban haciendo», sentencia.
Destino familiar
Marc llega ahora a un destino que es de sobra conocido para la familia Gasol. Pau fue traspasado en 2008 desde Memphis a los Lakers en un acuerdo que incluyó los derechos sobre Marc. Como todos sabemos, E.T. lograría dos anillos en los años 2009 y 2010. Marc sabe que llega a un equipo distinto al que se encontró su hermano.
«No me ha dado ningún consejo. Era un equipo completamente diferente al que es ahora. No creo que quede ningún jugador de entonces, y es también un cuerpo técnico completamente diferente, así que depende de mí hacer que funcione», concluye.
(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)