Las primeras jornadas de playoffs han sido muy emocionantes, pero también han dejado momentos desagradables en los que algunos aficionados han sobrepasado los límites de ánimos a su equipo, pasando a faltas de respeto inaceptables hacia rivales. A Russell Westbrook le lanzaron palomitas y a Trae Young le escupieron. La NBA ha terminado por emitir un comunicado pidiendo que cesen tales actitudes mientras las franquicias implicadas han expulsado indefinidamente de sus pabellones a quienes han tenido tan bajos comportamientos.
Así llegamos a esta próxima madrugada. Los Nets visitan a los Boston en una serie que parece decantada a favor de los neoyorquinos –van 2-0–. Con ese dato quizás el ambiente debería ser relajado en el TD Garden, pero se da la circunstancia de que será la primera vez que Kyrie Irving juegue allí (con público) desde su marcha en verano de 2019. Nadie dice que tenga que ocurrir incidente alguno, pero en todo caso Marcus Smart pide respeto a quienes acudan al pabellón.
«Queremos que nuestra base de seguidores y nuestro público sean muy respetuosos con todos los jugadores. Estamos aquí para jugar y entretener a la multitud. Solo queríamos que exista respeto por ambas partes. Ahora nos señalan en la liga por par de incidentes que se han dado con los aficionados. No queremos que nuestra se comporte así. Queremos que todos sean respetuosos dentro y fuera de la cancha», expresa.
Justo sobre este tema habló el propio Irving tras el segundo partido de la serie. El base entiende que puede que los aficionados se centren en su persona a la hora de criticar o abuchear, pero espera que no se sobrepasen los límites. «Espero que podamos mantenerlo estrictamente en el plano del baloncesto, que no haya beligerancia excesiva ni gente gritando cosas entre la multitud. Pero incluso si ese es el caso, es parte de la naturaleza del juego y solo nos vamos a concentrar en lo que podemos controlar», explica.
(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)