Le eliminación de Dallas a manos de los Clippers ha dolido, pero ni mucho menos tanto como para que se piense en una revolución en la franquicia. En los últimos días hemos visto como varios equipos optaban por un cambio de entrenador (Boston, Portland y Charlotte), pero ese no será el camino que tomen los Mavericks pese a no haber superado una ronda de playoffs desde que fuesen campeones en 2011. ¿Cómo lo sabemos? Pues por palabra de quien manda, de Mark Cuban.
Confirmado en adiós de los de Texas a la temporada, Mac Engel de Fort Worth Star-Telegram cuestionó a Rick Carlisle sobre si se sentía como la persona adecuada para liderar la franquicia en el futuro. Así contestó el head coach. «Esa es una pregunta que tendrás que hacerle a Mark. Obviamente yo lo creo. Pero le enviaría un mensaje de texto para ver qué tiene que decir al respecto».
Tim MacMahon de ESPN recogió el guante y se puso en contacto con el propietario de los Mavs, quien descartó tajantemente que se vaya a producir un cambio de entrenador. «Déjame decirte cómo veo el trabajo de entrenamiento. No haces un cambio simplemente por hacer un cambio. A menos que tengas a alguien que sabes que es mucho, mucho, mucho mejor, lo cierto es que el césped rara vez es más verde en el otro lado».
La filosofía de Cuban parece acertada. No se trata solo de que contratar un nuevo técnico sea lo adecuado, sino de estar además convencido de que vas a mejorar con ello. Carlisle, pese a los últimos acontecimientos, sigue teniendo gran consideración tanto por la propiedad como en el resto de la Liga. Verle salir ahora no apunta a que tuviese una repercusión positiva.
No la tendría porque caer ante los Clippers tras ir 2-0 arriba ha sido duro, pero en ningún caso se puede achacar a deficiencias en la dirección desde el banquillo. Tyronn Lue simplemente contaba con más piezas para dar giros a la serie; tanto es así que chicos que empezaron titulares como Patrick Beverley no jugaron en el Game 7, y otros vivieron el camino a la inversa como Terrence Mann. La posible mejora parece más factible en el roster que en el banquillo.
(Fotografía de Ethan Miller/Getty Images)