Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks y famoso por no ser precisamente comedido en sus declaraciones, ha vuelto a hacer de las suyas. Su equipo cayó ante los Hawks por 111-107 en un final apretado en el que una canasta de John Collins a falta de 8 segundos certificó el triunfo de Atlanta, una acción que no gustó nada al propietario texano, que no tardó en demostrar su enfado en Twitter: «Cuando crees que el arbitraje de la NBA ya no puede ser peor, te sorprenden. Esto es absurdo».
La polémica en cuestión llegó debido a que los colegiados señalaron un tapón ilegal de Dorian Finney-Smith a Trae Young, pero mientras sonaba el silbado el propio Collins siguió la jugada y anotó mediante un palmeo. Los colegiados decidieron dar por bueno el tapón, pero concedieron también la continuación y dieron por válida la canasta de Collins, que puso a los Hawks cuatro puntos arriba y dejaba el duelo sentenciado y provocó el enfado de Cuban.
«Han señalado un tapón ilegal. Claramente hicieron sonar el silbato para señalarlo, lo revisan, ¿y dicen que el tapón es legal pero que también vale la canasta? ¿Qué carajo es esto?» comentó. «Así es el arbitraje en la NBA. Uno de los árbitros nos ha dicho que se ha decidido que era un pitido inadvertido y que por tanto no se ha considerado el tapón ilegal, independientemente de que los jugadores se parasen. Creen que el pitido se ha producido después de la canasta y que por tanto esta tiene que valer. ¿Pero entonces qué hacían revisando si era o no tapón ilegal?»
La explicación
Rodney Mott, jefe de los colegiados, explicó la decisión tras el encuentro: «El lanzamiento fue taponado, y hubo que revisar esa acción. Como el balón tocó el aro tras el tapón y este fue legal, se consideró un pitido inadvertido, recogido en la Regla número 2, debido a que Collins ya estaba en acción de tiro cuando este tuvo lugar. De esta forma, se concedió la continuación de la jugada y la canasta fue válida».
No obstante, esto no satisfizo a Cuban, que cargó no solo contra el arbitraje del partido, sino contra el de toda la NBA: «Los árbitros pueden tener malos partidos, pero esto no es cosa de una sola noche. Es la misma basura que llevamos sufriendo los últimos 20 años. Se contrata a árbitros retirados que creen que saben enseñar y gestionar a los nuevos, pero resulta que dos años después se dan cuenta de que no, y luego se repite el proceso».
(Fotografía de portada: Tom Pennington/Getty Images)