A poco más de dos semanas para que dé comienzo la liga regular 25-26, Mark Williams trabaja con cautela para estar en condiciones de jugar. El pívot se perdió el primer encuentro amistoso de los Phoenix Suns ante los Lakers y todavía no está realizando ejercicios de cinco contra cinco con sus compañeros, ejecutando un nuevo sistema de preparación que, sin embargo, no le impedirá estar disponible desde el primer día de liga regular.
«Está siendo un poco diferente y estamos siendo más precavidos tratando de prepararme para la temporada. No jugar en pretemporada es algo nuevo para mí, pero por ahora vamos bien. Jugaré en la noche inaugural, estaré listo para entonces».
Williams ha llegado a los Suns este verano perseguido ya por su fama de jugador propenso a las lesiones, que lo ha acompañado durante toda su carrera pero que se potenció el pasado mes de febrero. Los Lakers habían llegado a un acuerdo con los Hornets para cerrar su traspaso pero acabaron dando marcha atrás después de que no superase el reconocimiento médico, y desde entonces las dudas se han cernido mucho más sobre la carrera del jugador.
Pero lo cierto es que estas dudas siempre han estado ahí. Mark solo jugó 43 partidos en su temporada de novato, se quedó en 19 en su segundo año y este último curso llegó a los 44. En otras palabras, desde que llegó a la liga se ha perdido 140 encuentros y ha disputado 106. Es precisamente esto lo que ha llevado al cuerpo médico de los Suns a probar con él esta preparación más lenta que la de sus compañeros, que veremos si le sirve para tener un mayor nivel de disponibilidad durante el año.
(Fotografía de portada: Mark J. Rebilas-Imagn Images)