La etapa de Kyrie Irving en Brooklyn fue como poco extraña. Hubo una pandemia, se declaró en contra de las vacunas, roció una especie incienso sobre la cancha ante de algunos partidos y, para terminar, pidió salir justo cuando el equipo estaba funcionando junto a Kevin Durant. Sí, haría falta algo más de contexto para entenderlo todo, pero al menos sirve para hacerse una idea de cómo fueron los casi tres años que pasó en territorio neoyorquino.
Uno de sus compañeros en el final de tal etapa, Markieff Morris, quien también formó parte del traspaso a Dallas, explica ahora que el base quiso salir de los Nets por una motivación puramente económica.
«Llegó el momento de renovar su contrato, las dos partes no se reunieron, los negocios se antepusieron y eso es lo que pasó finalmente. Así son las cosas. Creo que Kyrie promediaba unos 27 puntos en ese momento y que habíamos ganado 18 de 20 partidos y, de repente, el negocio tomó el mando. Así es como sucede a veces. Un tipo de la altura de Kyrie no toleraría eso», comenta a Stefan Bondy de New York Post.
Desconociendo si el tema económico fue el único causante de que se rompiese tal proyecto, en lo que no se puede dudar de Morris es en que el final llegó justo cuando parecía que empezaba a funcionar; es más, semanas antes de la partida de Kyrie se hablaba de que los Nets ahora sí parecían un buen equipo. No dio tiempo a ver cuál era su techo.
(Fotografía de Al Bello/Getty Images)