Aún quedan meses para comprobar cómo sale el experimento, pero por lo menos algunos de los que deben ser protagonistas parecen estar entusiasmados. Tras muchos cambios infructuosos, la NBA anunció hace tiempo que el nuevo All-Star Game enfrentará a Estados Unidos (dos equipos) con una selección del mundo, algo parecido a la Ryder Cup de golf, pero no solo con europeos. Pues bien, Lauri Markkanen cree que servirá para recuperar la intensidad perdida hace ya muchos años.
«Siempre hay orgullo cuando representas a tu país, o en este caso al mundo. Creo que será un formato divertido y espero poder formar parte de él», comenta el alero de Utah Jazz en una entrevista con Edvinas Jablonskis de BasketNews.
Como decíamos, la nueva configuración dividirá a los All-Star en tres equipos de ocho jugadores cada uno, siendo uno de estos un equipo mundial y otros dos solo con estadounidenses. ¿Son pocos ocho jugadores para los foráneos? Markkanen tiene claro que hay muchas opciones y que simplemente dar forma a un quinteto se antoja harto complicado.
«No hay malas opciones. Creo que es una lista de muy buenos jugadores, y todo dependerá del éxito del equipo y del rendimiento de los jugadores cada año. Así que creo que el formato será divertido para competir contra los equipos estadounidenses, y ya veremos quién entra en el equipo», sentencia.
Markkanen mencionó a Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic, Victor Wembanyama y Shai Gilgeous-Alexander como posibles integrantes de una alineación titular, pero admite que hay otros muchos como Franz Wagner, Alperen Sengun, Domantas Sabonis o Karl-Anthony Towns. Lo dicho, elegir va a ser una auténtica locura.
(Fotografía de Rob Gray-Imagn Images)