Hace tiempo que los Grizzlies no son una sorpresa, pero no por ello hay que dejar de elogiarles. Memphis es uno de los equipos más hechos de las NBA y ello le permite encarar con total seguridad partidos en los que se encuentra sin su máxima estrella, Ja Morant. Justo eso les ocurrió recibiendo a Utah, un encuentro que se antojaba complicado –así lo fue–, pero que sacaron adelante por 123-118 para sumar la sexta victoria consecutiva y coliderar la Conferencia Oeste junto a Denver Nuggets con 26-13.
Casi se puede decir que los de Tennessee tuvieron que ganar el partidos dos veces. Tras un inicio igualado, un espectacular segundo cuarto de 43 puntos les permitió ponerse hasta 16 puntos arriba; sin embargo, los Jazz reaccionaron para estar solo uno abajo a poco de acabar el tercer periodo. Poco les duró la alegría a los de Salt Lake City, ya que Memphis apretó de nuevo el acelerador para alcanzar la decena de puntos de ventaja y manejarla sin sobresaltos hasta la extinción del tiempo reglamentario.
«Se trata simplemente de que el siguiente hombre dé un paso al frente. Hay que estar preparado para cuando digan tu nombre, para cuando llegue la oportunidad. No hay excusas. Simplemente toca jugar», comenta Tyus Jones, quien fue titular en el lugar de Morant para irse hasta los 21 puntos y seis asistencias.
El habitual base suplente estuvo muy bien, pero la mejor noticia para los Grizzlies es que Demond Bane parece ir encontrando su mejor estado de forma. Tras perderse 17 partidos por lesión, anoche disputó su séptimo encuentro tras su regreso para ser el máximo anotador de los suyos con 24 puntos, incluyendo un 4 de 7 en triples.
«Estoy llegando a mi nivel óptimo de manera lenta pero segura. Todavía estoy un poco lejos del lugar al que quiero llegar, pero las sensaciones, el ritmo… creo que están empezando a llegar», sentencia.
Utah, visión a largo plazo
Así lo expresa Will Hardy. El head coach de los Jazz sabe que en las últimas semanas se están acumulando las derrotas, pero no por ello quiere que sus chicos agachen la cabeza. Ganar siempre es motivo de alegría, pero no quiere que el hecho de perder les haga olvidar que tienen un objetivo de cara al futuro.
«Tenemos una visión a largo plazo y aún quedan 39 partidos para seguir trabajando en ello. Perder duele en el momento, pero tenemos que mantener nuestro enfoque y tratar de controlar lo que podemos controlar», analiza.
En el plano individual, Lauri Markkanen fue el máximo anotador de los de Salt Lake City con 21 puntos, mientras que Kelly Olynyk se quedó en 19. Ya desde el banquillo, Walker Kesller aportó un doble-doble de 10 puntos y 11 rebotes.
(Fotografía de Dylan Buell/Getty Images)