Jimmy Butler dio inicio a 2025 con una de las ruedas de prensa más demenciales que la liga haya presenciado jamás. El alero aseguró que había perdido la alegría al jugar a baloncesto y que no creía que pudiera recuperarla en Miami, solicitando el traspaso de manera pública con la indirecta menos indirecta nunca vista y poniendo contra la espada y la pared a unos Heat que dijeron hace menos de dos semanas que el jugador no saldría del equipo. Y la franquicia se lo ha hecho pagar.
En concreto, los Heat han aplicado una suspensión de siete partidos a Jimmy Butler por «conducta perjudicial para el equipo», por lo que el alero estará sin jugar hasta, por lo menos, el 17 de enero. Esta suspensión le supondrá una pérdida económica de 2,35 millones de dólares, por lo que se trata de una respuesta dura para evitar que el jugador siga tensando la cuerda antes del cierre del mercado de traspasos. Además, aunque no parecía que fuera a ocurrir, garantiza que el alero no será All-NBA dado que no llegará al mínimo de 65 encuentros disputados.
En su comunicado, Miami lamenta que Butler haya evidenciado que no quiere seguir siendo parte del equipo, y afirma que escuchará ofertas pese a que la intención inicial parecía ser la de no dar salida al jugador. Ahora, no obstante, viene la parte complicada, que es la de encontrar una oferta que les haga dar el ‘sí’, lo cual parece que será complicado dados lo maniatados que están salarialmente muchos equipos.
Intervención del sindicato
Una de las primeras reacciones a esta sanción ha llegado por parte del Sindicato de Jugadores, que se ha posicionado del lado de Jimmy Butler. Según informan Shams Charania y Brian Windhorst, periodistas de ESPN, la organización presentará una protesta formal ante la suspensión impuesta por Miami, considerándola «excesiva e inapropiada».
Esta intervención difícilmente impedirá que Butler se pierda los próximos siete partidos, pues se trata de un proceso largo, pero tal vez consiga que el jugador sea compensado en el futuro por el salario que no cobrará debido a la sanción
(Fotografía de portada: Rhona Wise-Imagn Images)