Pat Riley tiene un plan –como siempre–. El presidente de Miami Heat, uno de los mayores enemigos del tanking, sabe que los de Florida viven años en los que toca luchar ante la falta de una plantilla que les lleve a cotas mayores, pero no por ello renuncia a construirla en poco más de un año, exactamente en la agencia libre de 2020.
Será entonces, en poco más de un año, cuando Miami esté preparado para acoger hasta dos súper estrellas, no porque no quiera que eso ocurra ya, sino porque ese será el momento en el que tenga el espacio salarial suficiente para acometer tal movimiento. Los contratos de Hassan Whiteside y Goran Dragic, entre ambos 46 millones de dólares para el curso 2019-20 pendientes de una opción de jugador, les darán el margen que necesitan. Así lo explica Pat Riley:
«Ya hicimos esto otras cuatro veces. Teníamos un gran grupo de jugadores, de jugadores jóvenes, y después, ya sea con la agencia libre o con traspaso como medio, trajimos una súper estrella. En 2020 tendremos mucho espacio, el suficiente para ir a por dos contratos máximos. Y es lo que haremos. 2020 será el año para hacerlo».
Por supuesto Riley entiende que otros muchos pueden compartir su plan –nadie renuncia a firmar a uno de los mejores jugadores de la competición–. Sin embargo, el dirigente de los Heat confía en que el atractivo de una ciudad como Miami les haga decantarse por su propuesta.
«Somos uno de los mejores destinos posibles. Por la tasa de impuesto que se paga, el sol, lo hermosa que es la ciudad. Es una ciudad muy progresista y diversa. Así que somos un destino que gusta mucho. Nos vamos a mover en esa dirección», sentencia.
La idea de Pat Riley ya ha funcionado antes. En 2004 Miami sumó a Shaquille O’Neal para conseguir su primer anillo junto a Dwyane Wade. En 2010 hizo algo parecido al fichar LeBron James y Chris Bosh, lo que llevó al equipo a cuatro Finales y a conseguir los anillos de 2012 y 2013. ¿Podrá repetirlo?
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)