Miami retoma el mando de la serie pasando por encima de Philadelphia

Se esperaba una reacción de Miami… ¡y vaya si la hubo! Los Heat volvían a casa heridos en su orgullo tras dos derrotas consecutivas que le obligaban a ganar el quinto partido para evitar problemas mayores. Lo hicieron, y no de cualquier manera. En un ejercicio de autoridad, marcaron distancias desde el primer momento para cerrar la noche con una auténtica paliza sobre Philadelphia por 120-85.

Los chicos de Erik Spoelstra funcionaron a la perfección. Bajo el liderazgo de Jimmy Butler (23 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias) pusieron un ritmo e intensidad que no pudo ser igualado por unos Sixers que acabarían la noche con un triste 36,5 por ciento en tiros de campo. Si en los de Pensilvania el acierto brillaba por su ausencia, Miami por su parte contó con hasta siete jugadores en dobles dígitos de anotación. Directamente no hubo partido. La diferencia entre ambos estuvo por encima de lo esperado.

«Simplemente fueron más físicos. No supimos manejar nada sobre el parqué. No manejamos muy bien nuestros asuntos. Jugamos a paso de tortuga… Todo lo que hicieron esta noche fue más difícil y mejor. Su material fue mejor, su energía fue mejor», comenta un Doc Rivers resignado ante el excelso despliegue de su rival.

No le falta razón alguna al head coach de los 76ers. Miami no les dio opción alguna; tanto es así que maniató a sus dos estrellas. James Harden se quedó en 14 puntos y Joel Embiid en 17, siendo quienes acumularon un peor parcial de su equipo con un -29 estando ellos en pista. Si haces estos ante ellos dos, claro está que tienes mucho terreno ganado; y si además Tyrese Maxey se queda en 9 tantos con un 2 de 10 en tiros…

El triunfo fue contundente. Junto a Butler destacó el doble-doble de 19 puntos y 10 rebotes de Max Strus, así como los 15 tantos de Gabe Vincent desde el banquillo. Como decíamos, prácticamente fue el partido perfecto, pero no por ello quieren en los Heat lanzar las campanas al vuelo. Su entrenador, Erik Spoelstra, pide calma: «Es solo un partido. Ellos lo saben. Nosotros lo sabemos».

Susto para Embiid

Así es. Jugar con una máscara no quiere decir que Joel Embiid esté bien; es más, se acerca justo a lo contrario. Anoche, durante el segundo cuarto, se llevó un golpe en una disputa con Dewayne Dedmon al atrapar un rebote defensivo. El propio center de los Sixers asegura que fue «bastante doloroso», y por lo visto sobre el parqué debió ser así. Tras el impacto se quitó la máscara y se echó las manos a la cara mientras se retorcía tumbado en el suelo. Finalmente pudo seguir jugando.

«Es duro. Creo que él sabía al entrar en todo esto que habrá un par de ocasiones en las que lo golpearán en la cara. Va a suceder… Se levantó y dijo que estaba bien, después de un tiempo», comenta Doc Rivers.

(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)


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