Miami se rebela e iguala las Finales

Hemos usado muchos calificativos para definir lo que están haciendo los Heat en los presentes playoffs, pero es que lo de esta noche no tiene nombre. Tras ser superados con claridad en el primer partido, los chicos de Erik Spoelstra volvieron a demostrar su eterna capacidad de resistencia para acabar doblegando a Denver por 108-111 y poner el 1-1 en unas Finales que tienen una pinta excelente.

Fue un partido duro, una auténtica batalla. Miami salió mucho mejor que en el Game 1 y en el primer cuarto llegó a estar hasta 11 puntos arriba, pero los Nuggets reaccionar y con la segunda unidad le dieron la vuelta a la situación hasta el punto de ponerse con una renta de 15 puntos en el segundo periodo. Fueron momentos duros para los de Florida, que por momentos parecieron temer que el choque se rompiese. No solo no fue así, sino que se agarraron al mismo para dar el golpe definitivo en los 12 últimos minutos.

Así es. Miami no se asustó lo más mínimo por entrar ocho puntos abajo al último cuarto. Fieles a su fortaleza mental, creyeron y los tiros fueron entrando para ser los Nuggets quienes se iban quedando sin respuesta; tanto es así que a menos de cuatro minutos del final los Heat ganaban por 12 tantos. Fue entonces cuando los locales tiraron de coraje para meterse en la pelea e incluso tener un tiro para forzar la prórroga; el lanzamiento de Jamal Murray no entró y el factor cancha se marchó para Florida.

«Nuestros muchachos son competidores. Les encanta este tipo de momentos». Así define Spoelstra el trabajo de unos Heat que dejaron claro que nunca se les puede dar por muertos. Tanto Bam Adebayo como Jimmy Butler estuvieron realmente bien con 21 puntos cada uno, pero lo que les hizo ganar es que todos rayasen a gran nivel. Gabe Vincent fue el máximo anotador con 23 puntos, Max Strus se fue a los 14 y Duncan Robinson sumó otros 10 (todos en el último cuarto) para que Miami diese un verdadero golpe sobre la mesa.

Los 41 de Jokic

Esta fue sin duda una de las claves del choque. Miami entendió que Jokic les iba a hacer daño en cualquier caso y centraron sus esfuerzos en frenar al resto. Lo consiguieron. El pívot serbio se fue hasta los 41 puntos, pero solo pudo repartir cuatro asistencias; es decir, el juego fluyó menos que de costumbre. Así, Murray se quedó en 18 tantos, Aaron Gordon en 12 y Bruce Brown (desde el banquillo) en 11.

«Simplemente jugaron duro y, como dije, fueron más disciplinados. Es más duro cuando somos nosotros los que estamos cometiendo error tras error. Les estás regalando canastas bajo el ro y tiros abiertos. Es difícil sobreponerse a eso», comenta Murray.

Miami y los triples

Si la primera parte del plan, la de forzar muchos ataques de Jokic, funcionó, la segunda no se quedó atrás. En el primer choque el lanzamiento de tres puntos fue un problema para los Heat, quienes acabaron con un 33% Para batir a los de Colorado necesitan meter más y anoche lo consiguieron al irse hasta el 48,3%. Tal acierto les permitió tener más espacios en la pintura y dinamizar el juego hasta llevarse una vital victoria. Ahora tendrán nos partidos en Miami para buscar el 3-1. Por cierto, es el primer encuentro que pierden los Nuggets en casa en la postemporada.

(Fotografía de Justin Edmonds/Getty Images)


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