Miami Heat llegó a estar 16 puntos abajo ante los Memphis Grizzlies. Pero gracias a un parcial de 11-0 en el último cuarto permitió a los locales romper una racha de tres derrotas consecutivas.
Dwyane Wade (14 puntos) atrapó un rebote clave y anotó la canasta definitiva que puso por delante a los suyos (97-98) con 21 segundos restantes en el electrónico.
«Lo de Dwyane es algo raro», dijo Erik Spoelstra. «Puede tener tramos de baloncesto horribles, pero de repente llega a los últimos 2 minutos y tiene una confianza increíble. A veces cuando no sabes dónde ir, siempre tienes una gran opción él», destacó.
«Yo sabía que el balón iba a estar en mis manos. Y sabía que era capaz de conseguir que las cosas funcionaran», señaló Wade.
Tras el partido, Mario Chalmers acaparó todos los focos de la prensa local. El base volvió a Miami para enfrentarse a sus antiguos compañeros. Sus números: 12 puntos y 2 asistencias en 22 minutos.
«Estoy acostumbrado a ver las cosas de esta manera», dijo Chalmers respecto a la acción de Wade.
Jeff Green fue el líder ofensivo de los Grizzlies con 26 puntos -su tope anotador de la temporada-. Matt Barnes, que partió como titular, le acompañó con 13 puntos y 13 rebotes, y Marc Gasol agregó 12 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.
«Tuvimos una gran oportunidad de ganar», dijo David Joerger. «Hemos tenido todo tipo de tiros abiertos, pero no hemos acertado. Necesitábamos meter un lanzamiento en el último minuto y medio. Pero no lo hicimos. Y ellos anotaron en seis posesiones consecutivas», señaló el técnico.
Los Grizzlies hicieron dos cambios en su quinteto titular media hora antes del inicio del partido. Tony Allen, lesionado de su rodilla, dejaba su puesto como ‘dos’ a Courtney Lee. Por su parte, Barnes se hacía con el hueco de Zach Randolph, quién partió como reserva por primera vez desde marzo de 2013.