Jamal Murray es la gran preocupación de los Nuggets. Con diversos problemas físicos –el último en su codo derecho–, el base ha sufrido diversos altibajos durante los presentes playoffs y ahora se enfrente a un séptimo partido ante Minnesota Timberwolves en el que simplemente no puede fallar, ya que de su rendimiento depende gran parte de las oportunidades de victoria de su equipo.
Con tal escenario, ayer se le pudo ver entrenando y realizando una larga rueda de tiro cuando sus compañeros ya no estaban presentes. Se le vio ágil y acertado, algo que confirma su entrenador, Michael Malone, aseguro que su pupilo está realmente «hambriento» de cara al Game 7 frente a los Wolves.
«Se siente genial. Parecía estar muy hambriento. Es como si no hubiese comido en dos días, así que espero que esa sensación continúe mañana. Espero que siga sin comer hasta mañana hasta las 6:00 p.m. (hora a la que empieza el partido en horario estadounidense)», señala.
La realidad es que la diferencia estadística de Murray entre las victorias y las derrotas es inmensa. En el Game 6, en el cual los de Colorado fueron aplastados por 115-70, sólo consiguió 10 puntos con un 4 de 18 en tiros de campo. Más claro: está promediando 19,7 puntos con un 50 por ciento en tiros de campo (42% en triples), en las tres victorias de Denver en esta serie. En las tres derrotas ante Minnesota, Murray se queda en 11,7 puntos con un paupérrimo 26 por ciento en el lanzamiento.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)