Hacía semanas que se había despejado la incógnita de si Mikal Bridges iba a seguir en los New York Knicks, o si tratarían de utilizarlo como anzuelo para pescar un pez mayor (Anteto). Una vez se supo que el alero no abandonaría la Gran Manzana, la única duda por resolver era ‘por cuánto’.
Los Knicks podían firmarle por un máximo de cuatro años a cambio de 156 millones, pero existía la posibilidad de que Bridges siguiese el mismo camino que Jalen Brunson y perdonase algunos milloncejos por el camino para que así el equipo –con una plantilla hecha por y para el título– mantuviese cierta flexibilidad salarial.
Pues bueno, ni se ha acercado a los niveles de empatía financiera del point guard (quien ‘perdonó’ 113 millones) pero como suele decirse, grano a grano, se hace granero. Y Bridges ha contribuido con una ligera rebaja de seis millones de dólares. Renovará por cuatro años y 150.
Rebaja pequeña pero crucial
Es una rebaja tan mínima como determinante, porque con ella los Knicks evitan el segundo y temido apron. Aunque hay otra forma de verlo, y es aplicando una lupa similar a la de Brunson, quien firmó cuatro años en lugar de cinco.
Bridges, el jugador más incombustible de la NBA, tenía también la posibilidad de no firmar extensión alguna y abordar el próximo verano con la condición de expiring, permitiéndole negociar por cinco años y una cifra próxima a los 200 millones, al igual que hiciera O.G. Anunoby.
Finalmente, ha preferido asegurar el tiro, convirtiendo este acuerdo en un apriorístico win-win tanto para el jugador como para la franquicia neoyorkina.
El acuerdo de renovación, indica Shams Charania para ESPN, incluirá una opción de jugador para la temporada 2029/30 y una cláusula trade kicker (bonus en caso de traspaso).
En una primera temporada donde ha ido de menos a más, el considerado como uno de los más fiables 3 and D de la Liga ha cerrado el curso con una actuación en playoffs (cayendo eliminados a manos de Indiana Pacers en Finales de Conferencia ) de 15,6 puntos, 4,5 rebotes, 2,9 asistencias y 1,7 robos, con un 45,6% en tiros de campo.
Todo ello en 18 partidos y casi 40 minutos de promedio.
(Fotografía de portada de David Butler II-Imagn Images)