Mikal Bridges no ha tenido un arranque sencillo en su nueva etapa con los Knicks. Desde su traspaso ¡por cinco primeras rondas! los críticos se han cebado con él.
Demasiadas burlas sobre su nueva forma de lanzar. Sobrevalorado. Esto y lo otro… Sin embargo, a partir de su momento más bajo de la temporada, aquel partido ante Charlotte que fue sentado durante todo el último cuarto, Mikal se ha puesto manos a la obra, es decir, a trabajar tan duro como ha podido para convertirse en su mejor versión. Un híbrido entre la tercera espada que fue en Phoenix y la primera opción que fue en Brooklyn.
«Tengo que jugar mejor», dijo Bridges al NY Post tras aquel encuentro del 29 de noviembre.
Desde entonces es el mejor Knick de todos. El que más minutos ha jugado, el que más puntos ha anotado y con unos promedios impresionantes: 58% en tiros de campo y un 43% en triples para acumular un +21 con él en pista.
«Una vez que ha empezado a anotar sus tiros, nadie ha dicho nada», admitió Cameron Payne. «Así que simplemente está concentrado. Es bastante bueno en esas cosas, así que solo puedo aplaudirle. Porque uno podría distraerse fácilmente con todo eso o volverse completamente loco», explicó.
Mucho se comentaba sobre la ‘conexión Villanova’ entre Brunson, Hart y Bridges; no obstante, su mayor apoyo en ese vestuario está siendo Cameron Payne. Ambos labraron una bonita amistad en los cuatro años que coincidieron en Phoenix Suns hasta la actualidad.
Sin ese traspaso desde Brooklyn hoy Cameron Payne no sería jugador de los Knicks. Al 100%.
«Honestamente, desde que ha dejado Phoenix, es un jugador distinto. En el buen sentido. Su juego ofensivo ha mejorado muchísimo. Es más completo. Y creo que su etapa en Brooklyn también le ha ayudado mucho», destacó.
En los ocho partidos que ha disputado en este diciembre de 2024 sus números han subido como la espuma: 22,1 puntos, 3,3 rebotes y 3,5 asistencias mediante un 58% en tiros de campo y un 43% en triples.
Además, fue clave en la pasada victoria ante los T-Wolves con sus 29 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias.
«Se le puede ver en cada partido mucho más cómodo. Probablemente esa no sea la mejor palabra para definirlo, pero sí tiene un mejor ritmo de juego», señaló Tom Thibodeau.
«Entiende mucho mejor a sus compañeros. Y sus compañeros le entienden mucho mejor a él. Está jugando muy bien. Se está moviendo muy bien en la pista. Baja rápidamente la cancha en transición», concluyó.
(Fotografía de portada: Imagn Images)