Para Memphis Grizzlies no existe la palabra sencillo. Creciendo paso a paso desde que Pau Gasol aterrizase allá por 2001, la franquicia de Tennessee siempre ha tenido en el tesón sobre la cancha a su mayor aliado. Con esa marca registrada, cierto acierto en el Draft y algún fichaje importante como fue en su día el de Zach Randolph, han vivido buenos años pese a contar con un lastre importante: son un mercado pequeño que no atrae agentes libres.
Ese es justo el tema que analiza –y lamenta– Mike Conley. El base de Memphis, quien espera estar listo para el training camp del equipo, admite a Tim Bontemps de Washington Post que es realmente complicado ese momento en el que llega la agencia libre y saben que no pueden competir en igualdad de condiciones.
«Sí, definitivamente puede ser frustrante. Estando en Memphis, siendo parte de un mercado más pequeño que otros, pasas por un momento difícil en la agencia libre. Básicamente debes construir a partir del Draft. Los equipos pueden conseguir muchas cosas a través de la agencia libre y con el movimiento de jugadores. Nosotros nos perdemos eso».
Y cuando lo consiguieron…
Fue un fracaso. Retrocedemos a verano de 2016. Memphis venía de perder en primera ronda ante San Antonio Spurs por un rotundo 4-0 y quería dar un salto de calidad. Para ello, y pese a que siempre habían sido reticentes a disparar su gasto salarial, pusieron un contrato máximo sobre la mesa a Chandler Parsons. Y lo firmaron. Con su llegada se disparaba el optimismo, al menos durante unos meses, ya que las lesiones en las rodillas pronto dieron al traste con cualquier ilusión. Ahora han vuelto a la casilla de salida. Antes de convencer a otros jugadores para que se unan a la causa deben demostrar que pueden volver a ganar.