Mike Malone no acabó nada contento el cuarto partido de la serie que Denver disputa ante Portland. El entrenador de la franquicia de Colorado estaba molesto por la derrota, pero aún más por lo que entiende fue un desempeño blando de sus jugadores. Básicamente cree que les faltó convicción en todo lo que hicieron.
«Creo que tuvimos algunos muchachos que estaban indecisos, que parecían un poco asustados, que jugaron blando… Tendremos que ser mucho mejores cuando volvamos a casa», comenta antes de centrar su queja en los titulares.
«La urgencia tiene que estar ahí. Quizás esta sea una llamada de atención para que nuestro quinteto inicial juegue más duro. Suceden cosas buenas cuando jugamos duro, y esa noche no jugamos lo suficientemente duro», recalca.
Más allá de los números de los Nuggets, del cuarto partido sorprendió que los Blazers pasaran por encima pese a que su estrella, Damian Lillard, se quedó en 10 puntos con un 1 de 10 en tiros de campo. Fiel a su nivel de exigencia, Malone no ve en ese dato algo positivo; el head coach entiende que lo único importante es ganar o perder el partido.
«No hay luces cuando te patean el trasero en un partido de playoffs. No puedo creer que estemos hablando de jugar duro en un partido de playoffs. Eso debería ser un hecho», lamenta.
Denver regresa ahora a casa para disputar un Game 5 que apunta a prácticamente decisivo. El que se lo lleve tendrá dos oportunidades para cerrar la eliminatoria. El que pierda se verá entre la espada y la pared.
(Fotografía de Steve Dykes/Getty Images)