Milwaukee alcanza las Finales por primera vez desde 1974

Milwaukee Bucks ya está donde tanto anhelaba, en las Finales de la NBA. Tras varios años de decepciones, la organización de Wisconsin dio anoche el paso definitivo al derrotar a los Hawks en Atlanta y cerrar la eliminatoria por 4-2. No estuvo Giannis Antetokounmpo, pero no hizo falta. Los Bucks demostraron ser un fantástico equipo y se citan ahora con Phoenix Suns para disputar unas Finales inéditas en la historia de la competición.

Los chicos de Mike Budenholzer están preparados. Desde que no cuentan con Antetokounmpo –han sido dos partidos– todos han dado un paso al frente para dejar claro que el engranaje funciona más allá de ausencias. Al estilo del quinto partido, abrieron el sexto con esa misma convicción y personalidad; tanto es así que pronto superaron la renta de los 10 puntos, pero claro, no todo iba a ser coser y cantar jugándose los Hawks la eliminación.

Con Trae Young de vuelta –aunque no al cien por cien– Atlanta fue haciendo la goma durante el primer tiempo hasta ser capaz de llegar al descanso perdiendo por únicamente cuatro puntos. Eran momentos en los que jugadores como Bogdan Bogdanovic (20 puntos al final del choque) o Clint Capela, a base de rebotes, sostenían al equipo. Y decimos sostenían porque la sensación era que necesitaban demasiado para simplemente no quedarse lejos en el marcador.

Explosión de Middleton

Si el desacierto cundió en los primeros 24 minutos, el inicio del segundo tiempo poco tuvo que ver. Se antojaba un encuentro cerrado, pero Khris Middleton tenía otro plan. El escolta empezó a meter canastas como si no hubiese defensores para lograr hasta 23 de sus 32 puntos totales en el tercer cuarto; y por si faltaba algo, Jrue Holiday –impresionante toda la noche– se sumó con 11 de sus 27 puntos finales. Para ser exactos, entre ambos firmaron 34 puntos y 0 pérdidas en el mencionado tercer periodo.

Ante la avalancha de canastas que se les venía encima, Atlanta poco podía hacer. Por momentos pareció que el partido se acababa, pero justo en ese escenario surgió un factor sorpresa llamado Cameron Reddish. El joven alero de los Hawks, quien ha pasado casi toda la postemporada lesionado, empezó a meter triples para dar el aliento necesario al equipo para que, al menos, no bajase los brazos. Suyos fueron 6 triples que alimentaron la esperanza de Atlanta.

Intento final

Pese a los esfuerzos de los Hawks, lo cierto es que Milwaukee estaba 20 puntos arriba ya iniciado el último cuarto. Parecía que cualquier plan de Nate McMillan sería inútil, y aunque así terminó siendo, al menos tuvieron la capacidad de obligar a los Bucks a cerrar el partido. Con un parcial de 21-7 hicieron que el encuentro pasase del 80-100 al 101-107. El público se vino arriba. Hubo un instante en el que dio la sensación de que era posible… pero no pudo ser. Holiday no estaba dispuesto a permitirlo y con un par de acciones echó hielo a la reacción local. El partido acabó 107-118. Milwaukee está en las Finales.

Una espera de 47 años

Así es. Milwaukee ha roto lo que parecía ya un maleficio para estar a un solo paso del segundo anillo de su historia, el cual logró hace casualmente 50 años (temporada 1970-71) ante Baltimore Bullets por 4-0. Tras aquel gran éxito conseguido con Kareem Abdul-Jabbar en sus filas, los de Wisconsin regresarían a las Finales en 1974, pero en esa segunda ocasión cayeron ante Boston Celtics por 4-3. Desde ese momento han tenido que esperar 47 años para saber lo que es regresar a la batalla definitiva por el campeonato. Por medio han pasado hasta cinco finales de conferencia con sabor agridulce, la última de ellas en 2019, cuanto perdieron 4-2 ante Toronto Raptors.

(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)


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