A veces, cuesta imaginar cómo un equipo puede mejorar su rendimiento porque cuesta introducir las nuevas piezas en el estilo de juego que vienen practicando. Pero hay veranos tan drásticos que obligan a cambiar de la cabeza a los pies. Este seguramente sea el caso de los Milwaukee Bucks, que pusieron su plantilla patas arriba a través de un movimiento kamikaze para cortar a Damian Lillard.
La baja del base, que igualmente se iba a perder la temporada por su rotura de Aquiles, y la salida de Brook Lopez, obligan a repensar el modelo de juego. De un equipo pesado y lento a uno que imprima dinamismo al juego y confíe en las transiciones más allá de los coast-to-coast de Giannis Antetokounmpo.
«Tenía el fuerte sentimiento de que era difícil ganar con el ritmo al que jugábamos», cuenta Doc Rivers para The Athletic. «Y lo podías ver desde el principio. Seguíamos ganando partidos y estábamos bien, pero siento que hay que dar el siguiente paso. Que necesitamos más velocidad, jugadores que puedan defender varias posiciones y un acercamiento ofensivo diferente».
El curso pasado los Bucks estuvieron a mitad de tabla en posesiones por partido, pero bajaban al puesto 18 tras canasta recibida y al 20 tras pérdida rival en segundos consumidos por posesión (datos de Inpredictable).
Este curso, no solo tienen jugadores como Myles Turner, más acostumbrados a ritmos altos como los de Indiana. También tienen una falta de talento diferencial en estático que les va a empujar de forma natural a atacar con la defensa todavía sin asentar.
«En los partidillos que hemos ido teniendo estas dos últimas semanas, he intentado pases de campo a campo para correr, que los aleros corran a las esquinas. Cosas simples a las que estoy acostumbrado», desvela Turner.
«Tener a Giannis sobre balón es importante para nosotros», continúa Rivers. «Nos da velocidad. Sube el balón más rápido, lo que es importante para nosotros. Kevin Porter Jr. y el resto también pueden darnos eso. Creo que fuimos el tercer peor equipo en pases que cruzan campo en transición, así que hay mucho donde mejorar».
(Fotografía de portada de Kirby Lee-Imagn Images)
