El buen arranque de temporada de Minnesota no parece un espejismo. Los Timberwolves se llevaron la victoria de Atlanta por 107–117 pese a un espectacular colapso en la segunda mitad.
Minnesota vio como una ventaja de 34 puntos se esfumó completamente cuando los Hawks se pusieron por delante 107–106 a falta de poco más de 3 minutos. De haber ganado el conjunto de Georgia hubiese empatado el récord en cuanto a remontadas se refiere en la NBA, establecido en 1996 por Utah Jazz según datos de STATS.
Sin embargo a partir de ese momento los Wolves volvieron a retomar las riendas del partido y cerraron la noche con un parcial de 11–0, dándoles la que fue su cuarta victoria seguida fuera de casa, algo que no lograban desde 2009.
Andrew Wiggins empató la mejor marca anotadora de su carrera al lograr 33 puntos, bien secundado por Karl-Anthony Towns con 17 puntos, 12 rebotes y 3 tapones. Zach Lavine y Kevin Martin aportaron 13 puntos cada uno desde el banquillo y Ricky Rubio 10 puntos, 8 asistencias y 3 robos.
“Estaba bien, lo sentía. Mis tiros estaban entrando y mis compañeros seguían animándome y dándome el balón”, declaró Wiggins sobre el qUE fue su segundo partido consecutivo de 30 puntos, un hito para él desde que juega en al NBA.
Segunda derrota de Atlanta
Los Hawks venían de ganar siete partidos seguidos pero no pudieron completar la épica remontada que les hubiese dado un triunfo más. Aún así, su entrenador Mike Budenholzer sacó conclusiones positivas del tropiezo.
“Creo que luchar ante la diferencia tan enorme que había muestra la resistencia y el carácter de este grupo”, comentó el técnico.
Atlanta disputó su séptimo partido en diez días. “Estas cosas ocurren. Hemos jugado muy duro durante este periodo”, expuso Kyle Korver.
Jeff Teague fue el máximo anotador de los Hawks con 24 puntos y 9 asistencias, seguido de Paul Millsap con 22 tantos.