Las bajas siguen siendo un obstáculo insuperable para los Heat. Anoche se plantaron en Minnesota sin Jimmy Butler ni Tyler Herro (entre otros) y aunque dominaron por momento y pelearon hasta el final, terminaron cayendo por 105-101 en la que se convirtió en la cuarta victoria consecutiva de los Timberwolves.
Los de Minneapolis terminaron ganando, pero no sin sufrimiento. Durante el primer tiempo se vieron superados y llegaron a estar hasta 15 puntos abajo en el segundo cuarto. Reaccionaron y le dieron la vuelta al choque en el tercer periodo, pero ello no evitó que se llegase a los tres últimos minutos con empate a 99. Fue ahí cuando el mayor acierto de los locales decantó el encuentro.
«El entrenador nos encendió en el descanso. Salimos mejor, tuvimos otras sensaciones y el balón empezó a entrar con más asiduidad en la canasta. Creo que todos pudieron ver cómo aumentaba nuestra intensidad, especialmente a nivel defensivo», expresa Karl-Anthony Towns.
El pívot fue el mejor de Minnesota al acercarse al triple-doble con 25 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes. Junto a él también estuvo a gran nivel Anthony Edwards con 22 tantos. La tercera espada de los locales fue Jaden McDanields con 18 puntos y un 3 de 6 en triples.
Muriendo en la orilla
Eso es lo que sintió Erik Spoelstra. Sabedor de las dificultades de los suyos ante tantas ausencias, el técnico jefe de los de Florida concluyó satisfecho con el esfuerzo de los suyos; sin embargo, se marchó con un mal sabor de boca al sentir igualmente que lo tuvieron en su mano. «Es una pena. No pudimos hacer suficientes jugadas. Creo que nuestra defensa fue lo suficientemente estable», analiza.
En cuanto a las actuaciones individuales, Kyle Lowry fue el máximo anotador con 21 puntos. Bam Adebayo también realizó un muy buen encuentro al firmar un doble-doble de 17 puntos y 14 rebotes.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)