Minnesota Timberwolves busca su nueva seña de identidad

Seis años después de la llegada de Kevin Love desde los Memphis Grizzlies, la ciudad y la franquicia de Minneapolis afronta la nueva temporada NBA sin su jugador franquicia.

Con el miedo a quedarse con las manos vacías en el próximo verano de 2015, Flip Saunders ha maniobrado de formado brillante y se ha hecho con los dos últimos número 1 del Draft, Anthony Bennett (2013) y Andrew Wiggins (2014).

Love no estaba contento con los Timberwolves y su deseo era el de abandonar el equipo. El pasado sábado por fin se oficializó su traspaso a los Cleveland Cavaliers dónde se reunirá con LeBron James y Kyrie Irving.

Comienza una etapa nueva de la mano de Ricky Rubio, el nuevo pilar del equipo, junto a la veteranía de Nikola Pekovic, Kevin Martin o el recién llegado vía Philadelphia 76ers, Thaddeus Young.

Minnesota y Flip Saunders buscan su nueva seña de identidad para un equipo que jugaba por y para Kevin Love. Los T-Wolves tienen como meta alcanzar los Playoffs, hazaña que no logran desde la marcha de otro Kevin, Garnett, en la campaña 2004.

El futuro Wiggins se presenta envidiable, no obstante es un jugador sin hacer, todavía falto de desarrollar su verdadero juego en la NBA.

Su otro compañero en la operación, Bennett, también es otro enigma. Pese a su notable evolución física y psicológicamente en las Ligas Veraniegas, el batacazo que tuvo el rookie en la campaña 2013-14 puede ser una losa muy pesada para él.

Confianza, esa es la clave del éxito para unos Timberwolves que deberán depositarla en sus recién llegados junto a una notable base de veteranos como Rubio, Martin, Pekovic, Brewer o Mo Williams.


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