Minnesota toma aire tras sobrevivir a los 51 puntos de Garland

Los Timberwolves se convirtieron esta madrugada en el primer equipo visitante en ganar en Cleveland. Los de Minnesota, muy necesitados de triunfos, lograron uno muy valioso en el Rocket Mortgage FieldHouse por 124-129, llevándose un partido en el que exhibieron muchas de las virtudes que se esperan de ellos pero también la inconsistencia que tantos tropiezos les ha costado en este inicio.

El cuadro de Chris Finch estuvo cerca de dejar escapar 24 puntos de ventaja, una diferencia construida durante muchos minutos de buen juego pero cimentada sobre todo en el demoledor acierto del primer cuarto. Con un 7/12 en triples en dicho periodo y una buena labor defensiva que redujo las internadas de los Cavaliers hasta la pintura, los visitantes se hicieron rápidamente con una notable distancia, cerrando el parcial con un contundente 20-40 en el marcador que iría a más con el paso de los minutos. La diferencia se mantuvo alrededor de los 20 tantos hasta el último cuarto, al que los Wolves llegaron ofreciendo una gran imagen y con la esperanza de llevarse un triunfo cómodo.

D’Angelo Russell fue, con 30 puntos, uno de los grandes responsables de que así fuese. El base está destacando por su irregularidad este año, pero lo cierto es que en sus buenas noches uno recuerda por qué fue All-Star en su momento y por qué la franquicia ha apostado por él. El ex de los Nets firmó un sensacional 11/13 en el lanzamiento con el que hizo estéril la defensa de Cleveland, y con 12 asistencias se encargó además de ejercer como generador para facilitar la vida a sus compañeros.

Entre estos, Karl-Anthony Towns destacó también con 29 tantos y 12 rebotes, mientras que Taurean Prince, con 19, fue el tercero en esta materia en la que fue su mejor anotación de la temporada. Esto compensó ligeramente la mala noche de Anthony Edwards, que, con 10 puntos, se quedó en su segunda peor marca del curso.

Garland, al límite del milagro

No obstante, cuando el 84-106 que reflejaba el marcador a falta de 10 minutos parecía dejar todo sentenciado, los locales se empeñaron en que hubiera partido. Fue concretamente Darius Garland quien, en una especie de epopeya en solitario, fue poco a poco recortando diferencias y haciendo creer a los presentes que la victoria aún era posible. A cada triple por su parte, el pabellón se encendía algo más y sus compañeros parecían creer con más fuerza, haciéndole ganar adeptos en una explosión anotadora que estuvo cerca de culminar con una de las remontadas más sorprendentes de los últimos años.

El base anotó 27 puntos en el cuarto periodo, alcanzando de esta manera los 51 y pulverizando el mejor registro de su carrera, establecido hasta ahora en 41. Con 6 triples convertidos, Darius fue haciendo crecer la ilusión en los suyos y el miedo en los Timberwolves, que vieron a los Cavaliers colocarse a una sola posesión de distancia y cuya confianza pendió de un hilo durante algunos instantes. No obstante, cuando con 6,5 segundos y solo tres tantos de diferencia Cleveland contó con posesión para intentar empatar el duelo a la desesperada, Kevin Love optó por buscar un pase largo que fue interceptado, acabando con cualquier posibilidad de remontada y dejando a los de Ohio a las puertas de la heroicidad.

«Garland es un jugador fenomenal y ha entrado en una racha increíble» reconoció Finch tras el encuentro. «Cuando un jugador está en un momento así no hay forma de pararlo, y lo único que puedes hacer es seguir trabajando. No voy a ponerme puntilloso con mis jugadores después de esta victoria».

(Fotografía de portada: Stephen Maturen/Getty Images)


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