Cuando se habla de temporadas para el olvido habría que poner de ejemplo la campaña 2015–16 de los Suns.
Markieff Morris y Archie Goodwin tuvieron un enfrentamiento verbal que escaló hasta los empujones durante un tiempo muerto en el partido que enfrentó a Phoenix y Golden State y que concluyó con victoria de los Warriors por 104 a 112. Afortunadamente sus compañeros detuvieron la confrontación antes de que la cosa fuera a más.
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Morris se excusó diciendo que “no fue nada” y que su actuación forma parte de “ser un líder y un hermano mayor”. El ala-pívot reconoció que “por supuesto que parece algo malo” ya que todo lo que él hace “parece malo”.
Por su parte Goodwin dijo que “son familia” y que este tipo de cosas “ocurren”. “Le quiero como a un hermano, él me quiere a mí”, añadió.
Ambos jugadores siguieron jugando y terminaron el choque con buenos números, pero no pudieron evitar que su equipo sufriese su novena derrota consecutiva y la 24ª en los últimos 26 encuentros.
Este incidente no es el primero que protagoniza Morris, quien antes de comenzar la temporada pidió ser traspasado debido a que los Suns habían enviado a su hermano Marcus Morris a Detroit y meses después llegó a lanzar una toalla al entonces entrenador Jeff Hornacek que le costó dos partidos de sanción.
