Volvió a no ser el mejor de los encuentros en ataque. Marc Gasol (vaya berrinche con la canasta enemiga) y Ricky Rubio apenas demostraron sus anchas referencias NBA; el resto tampoco endiñó todos los puntos que hubiera querido en hierro contrario, pero el carácter competitivo de la selección española se sobrepuso a todo. El combinado de Sergio Scariolo venció a Italia (67-60) merced a un gran planteamiento defensivo y a unas hechuras competitivas del tamaño de la Gran Muralla del país donde se celebra el Mundial.
Con su victoria ante Italia, España ató su plaza en cuartos de final a la espera de saber si será como primero o segundo de grupo. En caso de vencer a Serbia el domingo (que se dice pronto), el gran coco de este lado del cuadro, lo haría como primera y, a priori, se las vería en cuartos de final con Polonia. Si España ingresase entre los ocho mejores del mundo (otra vez) como segunda de su grupo, Argentina sería el rival para luchar por las medallas.
Y, un dato que mucha gente olvida, la selección española aseguró con la victoria seguir en la pelea por acceder a los Juegos Olímpicos de 2020, pues obtendrán plaza directa las dos mejores selecciones europeas.
El equipo español volvió a demostrar ante Italia (ahora eliminada) que puede sacar provecho en multitud de registros y a través de la personalidad múltiple siempre es capaz de competir. Pocos equipos podrían ofrecer mayor carácter para sufrir, levantarse, ganar, tropezar, desquiciarse, triunfar… Porque, sí, España no ha desplegado el mejor de sus productos en este Mundial pero ha ganado cada uno de los encuentros planteados y, sobre todo, no falló el día que no podía hacerlo. Pudo haber salido rana el partido de hoy, en muchos momentos todo desfiló en el alambre, pero no se escapó la victoria. Una vez más.
Ricky y Marc
Inauguró el partido España de la peor manera. Con las canillas temblando al son que dictaban los puntos de Italia, aunque se enderezó la marcha al final del primer cuarto, donde el equipo de Scariolo comenzó con siete pérdidas en cinco minutos. Nervios, pero relajados a tiempo.
Después, España e Italia nunca tuvieron el día en ataque. Fue un partido flojo en lo que respecta a puntos por parte de ambos, de hecho, pero de ingente calidad emocional. Muestra de ese hastío fue el 3 de 16 en tiros de campo y 0 de 6 de Marco Belinelli en el partido más importante del Mundial para Italia. El lanzamiento y las decisiones del jugador de San Antonio fueron de mal en peor y eso restó en su equipo. Danilo Gallinari terminó con 15 tantos, pero sin llegar a ser todo lo crucial que su calidad obligaba.
En España, Marc Gasol (2 puntos, 1 de 6 en tiros), muy errático, y Ricky Rubio (15 puntos), algo precipitado, no abrieron la puerta del triunfo en la segunda parte. Fueron más secundarios como Juancho Hernangómez (16 puntos, una de sus mejores actuaciones internacionales), Víctor Claver (7 y 9 rebotes, partidazo) o Sergio Llull (11 puntos) los que empujaban la embarcación.
Carta defensiva
Nunca fluyó el ataque y entonces España tuvo que ganar desde su formidable defensa, dejando a una potencia ofensiva como Italia en 60 puntos. Detrás sí estaba siendo el día y el equipo español decidió que ese era el lugar donde tenía que marcar diferencias en el partido.
Al final, con Rubio muy fiable en los tiros libres finales, victoria tras unos últimos minutos de alta intensidad y calidad. Y con inestimable apoyo del reincidente desacierto de Italia. España siempre guarda una carta más para ganar y esta vez fue desde su enorme empeño defensivo.
El crédito de la selección española sigue siendo eterno. Volverá España a intentar una incursión por las medallas. Y será la sexta vez consecutiva entre los ocho mejores equipos del Mundial: tres quintos puestos (2014, 2002 y 1998), un sexto (2010) y el oro de 2006 completan las últimas participaciones llegando al menos a cuartos de final.
Sin Pau Gasol, sin Juan Carlos Navarro, sin Nikola Mirotic, sin José Calderón, sin Serge Ibaka, sin Sergio Rodríguez, sin Felipe Reyes… La genealogía continúa siendo de competición extrema, ante cualquier impedimento.
(Fotografía de portada: Wang He/Getty Images)