Myles Turner estará algunos días de baja. El pívot ya se perdió el primer partido de la temporada de los Pacers tras sufrir una torcedura de tobillo durante el calentamiento, y, según ha informado Shams Charania, periodista de The Athletic, estará ausente al menos una semana. Al parecer, el jugador aterrizó sobre el pie de uno de los recogepelotas mientras se preparaba para el choque, torciéndose la articulación y poniendo rumbo a vestuarios.
Rick Carlisle aclaró al terminar el duelo que la situación de Myles no era grave, pero parece que en la franquicia han optado por ser cautos, y lo cierto es que es una decisión que se antoja coherente. Turner es un claro candidato a salir traspasado durante la temporada para permitir a los Pacers lanzarse de cabeza al tanking y obtener alguna ronda del draft extra a cambio, de modo que no tendría ningún sentido poner su salud en riesgo. Menos aún para disputar partidos que, las cosas como son, no están demasiado interesados en ganar.
El pívot ha sido desde siempre un jugador un tanto propenso a las lesiones, y de hecho solo en dos de sus siete temporadas en la NBA ha llegado a disputar 70 o más partidos de temporada regular. Es comprensible por tanto que Indiana no quiera arriesgarse a que los problemas vayan a más, pues reduciría notablemente su valor de mercado y podría hacerles perder el o los picks que esperan conseguir.
(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)