Qué poco perdieron los Indiana Pacers con la marcha de Roy Hibbert —su versión buena—. Viendo lo que viene —mejor dicho, lo que hay—, tienen talento en la pintura para rato.
Myles Turner ya ha dejado algo más que destellos del calibre de jugador en que se puede convertir. ¿20 años? Cuesta creerlo. En su temporada rookie le hemos visto crecer a ritmo de gusano de seda. Perderse 22 partidos por lesión antes del mes de diciembre no fue ningún lastre a su eclosión, inmediata. Varios partidos superando los 15 puntos, una noche de seis tapones ante los Thunder o una de las acciones del año con espectacular e in extremis not in my house ante el que iba a ser un furibundo mate de LeBron James, son alguno de los momentos más vibrantes de su primer episodio en la NBA.
Ahora, ha hecho todo extensivo y superlativo ayudando a entrenarse al Team USA. Y estos, la élite pretoriana, han alucinado con el novato. Turner fue uno de esos jóvenes afortunados que se unió al mini camp de cuatro días de duración en Las Vegas para ayudar al combinado nacional a ultimar su preparación para la cita olímpica.
Evolución constante
Tan buen sabor de boca ha dejado en esos enfrentamientos preparatorios, que Paul George asegura que si hay algún afortunado son los Pacers por contar con él para las próximas temporadas. «A Myles se le ve muy bien», ha dicho el alero de los Pacers para The Indianapolis Star. «Creo que una de las frases más repetidas en el camp ha sido: ‘Colega, tenéis a uno muy bueno’. Lo están diciendo todos los chicos del equipo olímpico. Todo el mundo está prácticamente delirando con lo bueno que es Myles».
Entre lo que más ha destacado al parecer la nueva referencia interna de los Pacers es en su contundencia defensiva protegiendo el aro así como en su acierto en el tiro de media y larga distancia, mostrando un amplio rango de efectividad.
En esta acción vemos que es el propio George —por fortuna para él no tendrá que sufrirle como rival durante la temporada— quien prueba un poco de la medicina del protagonista del post.