Myles Turner decidió hace meses que debía cambiar sus hábitos de vida para ser mejor jugador. El pívot de Indiana Pacers, tras sufrir un cierto retroceso en sus estadísticas el curso pasado, tomó la determinación de iniciar un nuevo camino, uno alejado de la mala alimentación y centrado en el equilibrio mental, uno en el que el yoga le permitiese seguir progresando en su carrera. «Me miré en el espejo durante la temporada pasada y estaba algo pasado de peso», comenta a ESPN.
El yoga puede parecer una actividad relajante, y lo es, pero no es menos cierto que para una persona de 211 centímetros puede suponer hasta un reto según que ejercicios. Esa es justo la perspectiva que comparte el jugador de 22 años de la franquicia de Indianapolis.
«Una parte muy importante del yoga es la respiración y tienes que concentrarte en ella con cada una de las posturas. Además, la dificultad de determinados ejercicios es un reto para un jugador de mi altura, lo que me ayuda a lograr un rango de movimiento mayor y fortalecer también la musculatura. El yoga desafía a mi mente», explicaba durante su preparación en un vídeo.
Entrando a valorar el resultado de su trabajo, Turner comprobó que su nueva vida saludable estaba dando resultado. «Me siento un jugador diferente a cuando empecé el entrenamiento. Mi musculatura y mi flexibilidad son mucho mejores ahora», señala pensando ya en la próxima campaña, una en la que Indiana agradecerá sin duda que Turner dé un importante salto a nivel físico. Con él en plena forma y un Victor Oladipo All-Star, pueden dar mucha guerra en la Conferencia Este.