Estando así, es casi imposible pararle.
Blake Griffin tuvo una noche de dulce en el «derby» que se disputaba ante los Lakers y en el que vencieron por 111-118. El ala-pívot cosechó una actuación brutal con sus 39 puntos y 7 rebotes, haciendo inútil cualquier esfuerzo de sus vecinos por pararle.
Uno de sus datos más curiosos y donde siempre ha tenido más problemas era a la hora de lanzar los libres. Pero anoche, ni eso pudo detenerle y acabó con un meritorio 11 de 12.
«Lo arrastraba del año pasado, y todo el trabajo que he puesto este verano, construyendo confianza en mí mismo», expresó Griffin tras acabar el encuentro.
Griffin anotó 18 de sus 39 tantos en la pintura, por los 13,6 que promediaba en ese área durante la temporada pasada.
Los Clippers, entonados
No sólo destacó Griffin, sino también varios de sus compañeros. Como siempre, Chris Paul tuvo sus 12 puntos y 10 asistencias, mientras que DeAndre Jordan aportaría otro doble-doble con 11 puntos y 13 valiosos rebotes.
«Hemos acabado muy satisfechos. Ha sido un gran encuentro» añadió Griffin a sus palabras.
Kobe no tuvo su noche
Kobe Bryant tendría 21 puntos, pero en la recta final no estuvo todo lo fino que se hubiera necesitado y sin él, los Lakers siempre van a aacabar desvaneciéndose.
«Traté de ponérselo lo más difícil posible», explicó Paul. «Si no puedes estar ilusionado tratando de defenderle, entonces estás en el negocio equivocado».
Por parte de los oro y púrpura, Jordan Hill aportaría 13 de sus 21 puntos en el tercer cuarto, por los 17 tantos de Jeremy Lin.