Los Philadelphia 76ers dieron continuidad a su gran arranque de curso a costa de los Wizards. Si bien no han tenido el calendario más duro, los de Pensilvania han sabido aprovechar dicha tesitura para ponerse al frente de la clasificación en un comienzo de temporada un tanto caótico en la liga, y anoche alcanzaron su séptima victoria en ocho partidos venciendo a Washington por 141-136. Fue, como el marcador evidencia, un partido en el que los de Rivers sobrevivieron gracias a su capacidad para anotar, ya que en defensa tuvieron serios problemas para frenar a un extraordinario Bradley Beal.
El escolta capitalino sacó a relucir todas sus armas ofensivas para alcanzar los 60 puntos, negando a Philadelphia la posibilidad de relajarse en algún momento del choque bajo amenaza de remontada. Es más, los locales llegaron ver desaparecer una ventaja de 21 puntos, pues la constancia de Beal a la hora de sumar una canasta tras otra logró que los Wizards llegaran a ponerse por delante en el último cuarto. No obstante, su combustible se agotó cuando llegaron los minutos finales, y pese a haber llegado a los 57 tantos en tres cuartos, no pudo sumar sino 3 en el último periodo.
Bradley, quien durante varios minutos llegó a acumular más puntos que todos sus compañeros juntos, batió de esta forma su récord de anotación personal, que databa del 24 de febrero de 2020. En aquella ocasión, el escolta anotó 55 puntos a los Bucks, otra excelente actuación que no le permitió impedir la derrota de los suyos. Bastante representativo de lo que han sido sus últimas temporadas en la capital.
Russell Westbrook fue el principal aliado de Beal con 20 puntos, 12 asistencias y 8 rebotes, seguido por los 17 tantos que aportó Davis Bertans desde el banquillo. No obstante, ese fue prácticamente todo el apoyo que recibió el escolta, que prácticamente nunca se había visto tan solo a la hora de intentar que los Wizards se llevasen un partido.
De triple en triple
En los 76ers, por contra, la aportación fue mucho más coral, pues hasta seis jugadores estuvieron por encima de los 15 puntos. Pocas veces los de Rivers habían sentido que poseían tantas armas en ataque, aunque ninguna de ellas fue tan certera como su tiro de tres, en el que mostraron una eficacia apabullante que les permitió terminar con 69,7% de acierto. Philly anotó así 23 triples en 33 intentos, un aspecto en el que Seth Curry, con un 6/7, fue el hombre más destacado.
No obstante, pese al buen funcionamiento global del equipo, nadie pudo acercarse al impacto de Joel Embiid. El pívot terminó con 38 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 3 tapones y 3 robos, y, como viene siendo ya costumbre en él, se hizo absoluto dominador del choque en el último cuarto para asegurarse de que el triunfo se quedaba en Philadelphia. Si Beal se apagó con el paso de los minutos, el camerunés hizo justo lo contrario, y tomó las riendas del partido cuando más complicado estaba para poder cerrarlo con cierta tranquilidad.
Curry, con 28 tantos, le siguió en anotación, mientras que Tobias Harris y Shake Milton firmaron 19 puntos cada uno, este último partiendo desde el banquillo. Por su parte, Ben Simmons firmó un doble-doble de 17 tantos y 12 asistencias.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)