El pasado ciclo olímpico ha sido más que decepcionante para la selección de baloncesto de Canadá. Contando con la argumentable mejor generación de su historia, la federación canadiense fichó en 2019 a Nick Nurse, en aquel entonces flamante finalista de la NBA, como seleccionador. Su principal cometido era servir como reclamo de los mayores talentos del país, logrando llevar a jugadores como Andrew Wiggins, R.J. Barret, Luguentz Dort, Nickeil Alexander-Walker, Dwight Powell o Corey Joseph. A los que se habría sumado Jamal Murray de no ser por su lesión. Pero esta concatenación de jugadores no consiguió clasificarse en el pre-olímpico, donde cayó en la prórroga ante la República Checa de Thomas Satoransky.
Dicho resultado es un obvio fracaso para un combinado que, por suma de talento, debería optar al menos a llegar a fases eliminatorios de un torneo así. Con esto en mente, y dado su éxito en el reclutamiento, Canadá va a seguir confiando en Nick Nurse para los próximos tres años con París 2024 en el horizonte. El objetivo mínimo será superar la fase previa de clasificación de los Juegos Olímpicos, pero por el camino queda el Mundial de 2023, cuyas fases clasificatorias comienzan el próximo noviembre.
(Fotografía de portada de Mark Kolbe/Getty Images)