MADRID / ENVIADO ESPECIAL
Nicolas Batum, uno de los héroes, aunque sin premio final, del partido entre Francia y Serbia habló de «frustración» al termino de la semifinal
«No empezamos debidamente. Estuvimos listos para un partido como el de España pero hay que estarlo en otros como el de hoy también. Sentimos frustración, vimos de lo que éramos capaces contra España y hoy no fue así. No sé en qué estábamos pensando«, alegó el jugador que anotó 35 puntos y convirtió 8 triples.
Boris Diaw, por su parte, se mostró menos dramático. «En la primera parte no jugamos como sabemos, en la segunda tuvimos más acierto y energía. Sabíamos que Teodosic era el jugador que haría ganar o perder a Serbia y jugó genial. No queremos buscar excusas de por qué no empezamos bien. Serbia mereció más. No jugamos bien en defensa en la primera parte», comentó el ala-pívot de los San Antonio Spurs, que firmó 13 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias.
Florent Pietrus recalcó el mérito de igualar el encuentro en los compases finales. «El partido estaba casi perdido en la primera parte porque nos faltó mucho ritmo y concedimos muchos tiros fáciles. Luego nos ha costado remontar», dijo.
«Orgullo serbio»
Por el lado serbio, como es lógico, la emoción era totalmente antagónica. Miroslav Raduljica, que el pasado año jugó en los Bucks, dio su opinión sobre cómo encarar la final ante EEUU.
«Todo es posible. Nadie creía en nosotros no hace mucho así que veremos qué pasa en la final. No jugué muchos minutos en la NBA la temporada pasada pero conozco a los jugadores y a lo mejor puedo dar algún consejo a mis compañeros. Ellos les han visto por televisión, pero yo en la pista», comentó Raduljica, que ante Francia hizo suyos 11 puntos y 4 rebotes.
«¿Tú qué crees?», de modo irónico, fue su respuesta a la pregunta de si se iban a conformar con la plata. «Nosotros hemos venido aquí a competir y veremos qué pasa, es un partido especial para nosotros. Dimos lo mejor en estos tres partidos… es orgullo serbio«, finalizó el pívot serbio.
Imagen: FIBA.com