Las últimas semanas de mercado están plagadas de movimientos de plantilla marginales. Entre ellos se suele colar alguna curiosidad que tiene como protagonistas a viejos conocidos. Es el caso de Nik Stauskas, número ocho del draft de 2014 que hace varios años que no cuenta con hueco fijo en la NBA. El curso pasado el escolta regresó a la liga con un contrato de doble vía que le llevó por Miami, Boston e Indiana hasta que estos últimos le cortaron. Stauskas desempeñó la gran mayoría de la temporada en la G League y ahora llega al filial de los Minnesota Timberwolves.
No se conocen las especificaciones del contrato, pero si que este permitiría al jugador disputar el training camp con los Wolves. Allí su aspiración básica sería optar a un contrato two-way para toda la temporada, aunque no fuese totalmente garantizado. Después de su aventura en Baskonia en la 2019-20, el escolta está decidido a seguir probando suerte en Estados Unidos. Ya sea en la NBA o la G League. Stauskas disputó un total de 8 partidos el curso pasado entre Celtics y Heat. Donde apenas promedió 2,3 puntos en cinco minutos de juego. La rescisión de su contrato provoca que los Pacers le tengan que abonar 2,1 millones en las próximas tres campañas.
(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)