Noche de enfados para los Nuggets. Visitando a los Pistons, un equipo que ahora ha pasado a acumular 12 derrotas seguidas, se esperaba una actuación plácida de los actuales campeones. Sin embargo, todo se empezó a torcer muy pronto, y es que en el primer cuarto ya estaban sin entrenador…
Así es. Michael Malone cerró los doce primeros minutos entrando en la cancha para discutir una decisión de los árbitros, la cual le costó su inmediata expulsión. Es algo que puede ocurrir a veces, pero lo más sorprendente es que su jugador franquicia siguió el mismo camino poco después.
Nikola Jokic, acostumbrado a terminar sus actuaciones sonriendo, empezó mal en Michigan al ver cómo le señalaban una primera técnica en el primer cuarto por protestar a los colegiados. Ya en el segundo, volvió a increpar a los colegiados por una falta que según él había recibido sin que la pitasen. Le mandaron a la ducha con 1:22 minutos por jugar de la primera mitad. He aquí el momento.
Pese a tales contratiempos, los de Colorado se impusieron por 103-107 para mantenerse en la parte alta de la Conferencia Oeste con 10-4. Cerrada la noche, el head coach del equipo bromeó ante la circunstancia de que Jokic y él terminasen expulsados y, por tanto, viendo el partido juntos. «Creo que Nikola estaba preocupado por mi bienestar. Es difícil ver un partido por televisión: nos abrazábamos en las buenas jugadas y yo maldecía en serbio las malas», señala bromeando.
Antes de abandonar la cancha, a Jokic le dio tiempo a lograr nueve puntos, cinco rebotes y cinco asistencias en poco más de 15 minutos de juego. Sin él, el máximo anotador de Denver fue Reggie Jackson con 21 puntos, mientras que Cade Cunningham se fue hasta los 27 tantos con Detroit.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)