Chicago Bulls encara la temporada 2024-25 de la NBA con dudas. La marcha de DeMar DeRozan ha supuesto un paso atrás al que le ha acompañado la salida vía traspaso de Alex Caruso, si bien en el mismo acuerdo con Oklahoma City Thunder ha arribado un Josh Giddey que ilusiona. Sí, hablamos de una mezcla de sensaciones para un equipo en el que siguen viejos conocidos como Nikola Vucevic o Zach LaVine y cuyas aspiraciones no están nada claras.
Con la pretemporada ya asomando, ha sido justo el veterano pívot quien ha atendido a Marc Stein para analizar su situación personal y otras cuestiones como lo que espera de su compañero LaVine en el curso venidero. Empezando por sí mismo, y estando de nuevo inmerso en rumores de traspaso, asegura que no es algo que le quite el sueño.
«En este momento de mi carrera estoy acostumbrado a esto. Desde que estoy con los Bulls, he estado en muchos rumores de intercambio, especialmente el verano pasado y también a lo largo de la temporada pasada, así que esto es solo una parte más de ello. Si las cosas fueran bien, ganáramos y todo fuese genial, ese no sería el caso. Pero como las cosas no han ido tan bien y no hemos logrado nuestros objetivos, entonces es normal que se hable de traspasos», señala.
Más allá de si cumplirá o no los dos años de contrato que le restan con Chicago Bulls, el pívot tiene claro que gran parte de lo que ocurra con el equipo la próxima temporada depende del rendimiento que tenga en pista LaVine, a quien espera ver volviendo por sus fueros.
«Hablé con él un par de veces durante el verano. Está bien de salud y creo que está en un buen momento mental. Estoy seguro de que, conociéndolo, volverá motivado para demostrar que sigue siendo un gran jugador, que tal vez tuvo un año un poco extraño con la lesión y todo eso. Creo que está motivado para mostrarle a la gente que fue solo una temporada y que es un jugador realmente bueno», explica.
La marcha de DeRozan
Si hay un cambio en los Bulls de la 2024-25 es la marcha de DeRozan. El All-Star se ha ido a Sacramento y ha dejado un vacío que según subraya Vucevic va mucho más allá de los números que lograba cuando saltaba a la cancha.
«Definitivamente será un pequeño cambio porque obviamente todos sabemos lo que nos ofrecía en la cancha, pero creo que más bien perdemos su presencia en general. DeMar era muy querido y obviamente muy respetado en el vestuario… Era el tipo alrededor del que todos gravitaban y siempre era el que tomaba la palabra en todas estas historias de veteranos. Los jóvenes realmente gravitaban sobre él», finaliza.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)