El parte oficial de los Mavericks señalaba que Dirk Nowitzki fue baja contra los Rockets (104-97 para Houston) debido a un derrame en su tobillo izquierdo generado por una acumulación de líquido. El uso excesivo que ha dado el alemán a su cuerpo, a un cuerpo de casi 40 años y 20 de ellos en la NBA, le obligó a parar en el back to back de Dallas, que se medía a los Rockets solo 22 horas después de hacerlo contra los Lakers.
No fue el único ausente en la derrota ante los Rockets pero sí el más notable, porque más allá de que no hubiera nada en juego para Dallas, y de que fuera lógico que el teutón diera reposo a su tobillo, el no jugar contra Houston significó que uno de los objetivos de Nowitzki para este curso ya no se va a poder cumplir. El ala-pívot deseaba disputar los 82 partidos de la liga regular e iba por buen camino hasta la jornada de domingo.
El líder de los Mavericks había competido hasta ayer en los 56 partidos que disputó Dallas. Y siempre de titular, aunque eso sí, con la media más baja de minutos desde su curso de rookie (25,0 por partido). Nowitzki lleva unas medias de 12,3 puntos, 5,7 rebotes y 1,6 asistencias. Ha conseguido cuatro dobles-dobles y al menos ya ha conseguido estar en más choques de los que estuvo en toda la 2016-17, donde las lesiones limitaron su juego a 54 duelos.
Disfrutar
“Trato de disfrutar”, aseguró a los medios estadounidenses el campeón de la NBA en 2011. Lo hizo al ser preguntado sobre cómo afrontaba una temporada plagada de derrotas en Dallas. “Nunca sabes si volverás el año que viene o no, por eso trato de salir, hacerlo lo mejor posible, disfrutar de la camaradería dentro y fuera de la pista y competir”.
Nowitzki cumplirá 40 años el próximo mes de junio y ha apuntado que su papel de mentor a los jóvenes le está gustando mucho y disfruta con ello. “Trato de enseñarles cómo ser buenos profesionales”. El europeo acaba contrato en junio, si bien los Mavericks tienen una Team Option por valor de 5 millones de dólares para renovarle de cara a la 2018-19.