El momento en el que llegue el primer triunfo para Philadelphia es sin duda una de las grandes incógnitas de esta liga.
Anoche, la derrota volvió a acompañar a los chicos de Brett Brown al caer con Dallas por 92-86, alargando así los 21 partidos que llevan sin ganar entre el final de la temporada pasada y el comienzo de ésta.
Esta vez es cierto que a los Mavs les tocó arrimar un poco más el hombro y tirar de los jugadores más experimentados del equipo para poder rescatar ese triunfo.
Ahí es cuando apareció Dirk Nowitzki y sus 21 puntos, incluyendo 7 durante una parte crucial durante el último cuarto; además de Chandler Parsons, también decisivo en la tarea anotadora gracias a sus 20 tantos.
“Ellos supieron mantenerse en el partido, agarrándose como podían. Y lógicamente están desesperados por tener su primera victoria. Tuvimos que apretar [para ganar]”, confesó Nowitzki.
Pérdidas y más pérdidas
“Este equipo está hecho para perder el balón”.
Éstas fueron las duras palabras del entrenador Brown para calificar el desempeño de los suyos anoche, viendo la incapacidad para dominar cualquier partido bajo una estadística tan negativa como esa.
Y es que fueron 27 las pérdidas de balón que acumularon los 76ers en su haber colectivo. Una cifra que complica sobremanera cualquier opción de ganar en cualquier partido, por mucho que intenten competir.
Okafor se salvó
De nuevo, el más destacado en la tarea ofensiva fue Jahlil Okafor. El rookie finalizaría el encuentro con 19 puntos y 11 rebotes, siendo la nota más positiva de los 76ers aparte del esfuerzo físico que hasta Rick Carlisle destacó:
“Están jugando de manera más intensa. Tienen jugadores jóvenes, chicos motivados con contratos pequeños. Nuestros jugadores hicieron un gran trabajo en la segunda mitad para detenerles”.