El optimismo alrededor de la liga por el acuerdo de un nuevo convenio colectivo (y, de rebote, evitar otro dañino cierre patronal) no se esfumó con la reanudación de las negociaciones entre jugadores y propietarios. Según Yahoo! Sports y ESPN, ambas partes han acordado algunas de las partes más importantes y delicadas de un acuerdo laboral que se prolongará por siete años más, entrando en vigor a partir del 1 de julio de 2017.
Pese a que la actual campaña no corre en absoluto peligro, el inicio de la temporada regular hacía recomendable llegar a una acuerdo antes de que los jugadores deban concentrarse al 100% en sus equipos. Los principales representantes del sindicato, incluyendo a su presidente Chris Paul, se desplazaron a New York para poder estar presentes en una negociación que parece llegar por fin a su punto final. Estos son los acuerdos filtrados hasta el momento que, salvo sorpresa de última hora, entrarán en vigor en la NBA con el nuevo convenio colectivo a partir de 2017-18:
Los puntos clave del nuevo convenio
Reparto de beneficios. El porcentaje del «BRI» (siglas en inglés para «ingresos relacionados con el baloncesto») fue el acuerdo más complejo en la negociación de 2011, cuya demora derivó en el cierre patronal que hizo suspender el principio de la temporada. En aquella ocasión, los propietarios consiguieron reducir el 57% que se llevaron los jugadores a una franja variable entre el 49% y el 51%. Pese a aquella renuncia, el sindicato de jugadores (NBPA) ha aceptado dejarlo tal y como estaba. En ese aspecto, los nuevos ingresos televisivos han servido para calmar ánimos. Los jugadores han preferido no arriesgar su parte del pastel sabiendo que el dinero a repartir ha aumentado de forma espectacular.
Dos jugadores más en plantilla. Una de las novedades más llamativas del nuevo acuerdo será la ampliación a 17 jugadores de las plantillas de los equipos NBA, en lugar de los 15 actuales. Eso sí, los dos nuevos puestos estarán ligados a la D-League. Los dos jugadores por equipo bajo este nuevo marco salarial podrán ser ascendidos o descendidos al afiliado en la liga de desarrollo de la franquicia NBA, y su sueldo variará en función del tiempo asignado en cada una de las competiciones. Cuando la liga tenga 30 franquicias (una por equipo, un claro objetivo de la NBA a medio plazo) en la D-League, esto permitirá tener en nómina hasta 60 jugadores más que en la actualidad.
Extensiones de contrato. El nuevo convenio dará una ayuda extra a los equipos a retener a sus grandes estrellas. Actualmente, las franquicias podían renegociar y extender a un jugador al pasar tres años de su actual contrato (algo aprovechado por James Harden o Russell Westbrook este verano), siempre y cuando el equpo tenga espacio salarial. El acuerdo alcanzado por jugadores y NBA permitiría completar estas extensiones tras solo dos años de contrato, adelantando sustancialmente las potenciales negociaciones.
Agencia libre restringida. Otro cambio afectara a los agentes libres restringidos. Hasta ahora, estos jugadores tenían que esperar hasta el 7 de julio para poder firmar contrato con un nuevo equipo, y esperar 72 horas a que su equipo de origen decida si igualar o no la oferta. Con el nuevo convenio, estos agentes libres podrán llegar a un acuerdo al inicio del mercado (1 de julio), y sus equipos de origen solo tendrán 48 horas para igualar el contrato ofrecido. Esto ayudará a que los agentes libres restringidos tengan más atractivo en el mercado que hasta ahora. Además, los equipos no podrán retirar ofertas cualificadas (lo que convierte automáticamente a un jugador en agente libre restringido) en ningún momento. Actualmente, tienen la opción de hacerlo hasta el 31 de julio.
Cláusula de amnistía. Al contrario que en los dos convenios colectivos anteriores de la liga, el nuevo no presentará la posibilidad de que los equipos corten a un jugador eliminando a la vez ese sueldo garantizado de su carga salarial. Esa cláusula de amnistía, que 21 de las 30 franquicias utilizaron entre 2011 y 2014, no se utilizará en el próximo convenio, por lo que los equipos contarán en su arquitectura salarial de forma obligatoria cualquier contrato firmado hasta ahora.
La regla «+36». Una limitación para jugadores veteranos de élite ha sido en las últimas temporadas es la «Over-36 rule», que impide a los equipos NBA ofrecer un contrato por el máximo salarial y cinco temporadas de duración si el jugador va a cumplir 36 años durante ese acuerdo. NBA y NBPA han acordado provisionalmente subir este límite a 38 años. De forma quizás no casual, varios representantes del sindicato podrán beneficiarse en los próximos años de este cambio, como el presidente Chris Paul y los vicepresidentes LeBron James y Carmelo Anthony.
La escala salarial de novatos: Al contrario que otros salarios prefijados, ligados al tope salarial, el de los novatos elegidos en primera ronda (con dos años garantizados y dos opcionales para el equipo) se fija previamente por el convenio colectivo. En el acuerdo actual, estos sueldos han quedado claramente desfasados en comparación del resto de salarios, beneficiados por el aumento de ingresos televisivos. El nuevo convenio prevé subidas de alrededor del 50% para los recién llegados a la NBA, ayudándoles a ser más competitivos salarialmente.
Edad mínima. En un caso de libro sobre cómo encontrar el punto medio, el nuevo convenio colectivo no tocará la edad mínima para entrar en la NBA, actualmente en 19 años (o, para jugadores formados en EEUU, un año después de terminar sus estudios de high school). La liga, representada por su comisionado Adam Silver, había intentado retrasar un año la entrada de nuevo talento, mientras que el sindicato quería recuperar la posibilidad de adelantarla a los 18 años, permitiendo a algunos jugadores dar el salto directamente a la liga sin pasar por la universidad. Finalmente, el consenso se impuso y no habrá cambios.
Beneficios para ex-jugadores. Uno de los primeros acuerdos filtrados fue la creación de nuevos beneficios médicos y económicos para jugadores retirados. Los casos de algunas leyendas de la liga fallecidos prematuramente por problemas de salud o en bancarrota han convencido a la liga de aportar un fondo que ayude a los ex-jugadores. La importancia para la NBA es tal que aceptó no tocar en exceso el reparto de beneficios, el mayor punto de fricción en las negociaciones de 2010, para asegurar el futuro de sus representados.