Los cambios en las plantillas han sido una constante desde la llegada del Covid-19 a la NBA. Ausencias, incorporaciones temporales, jugadores que suben de G League… A lo largo de esta temporada son muchos los encuentros en los que uno o los dos equipos han tenido que tirar de hombres desconocidos incluso para los seguidores más acérrimos de dichas franquicias, lo que ha dado lugar a un nuevo récord en la historia de la liga.
Y es que, con 541, la 21-22 es ya la temporada en la que más jugadores distintos han contado con minutos en encuentros oficiales. Esto ocurrió concretamente cuando Greg Monroe pisó el Target Center con la camiseta de los Minnesota Timberwolves, disputando su primer choque en la liga desde 2019. El pívot era hasta el día anterior parte de los Capital City Go-Go de la G League, pero en la jornada de ayer puso rumbo a Mineápolis para firmar un contrato de 10 días, someterse a una prueba de coronavirus, y convertirse en historia de la NBA con su mera salida a pista.
Con todo, es de prever que la cifra continúe aumentando, pues a lo largo de estos días han sido muchos los hombres de ligas inferiores o que se encontraban casi avocados al retiro que han sido llamados por distintas franquicias. Cuesta creer que el de Monroe vaya a ser el último caso en un clima sanitario tan convulso.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)